El viernes 11 de diciembre marchó por las calles de Mendoza la V Marcha del Orgullo LGBTTIQ. Una movilización importante, pero menor en relación a su edición 2014 por la defección de varias corrientes alineadas con el kirchnerismo -indicando un repliegue político de orden más general. Para nuestra agrupación tuvo un sentido especial porque por primera vez marchamos de forma independiente con nuestras posiciones y el planteo central de “Basta de Violencia, el Estado es responsable”. Es decir, se produjo el debut de la columna de la 1969 del PO.

Participamos de la comisión organizadora de esta marcha, delimitándonos de su dirección copada por el kichnerismo. Decidimos asistir a la misma convocatoria pero con una columna diferenciada.

La 1969 denunció la responsabilidad de las instituciones estatales, tanto del gobierno saliente como del entrante, la escasísima aplicación de la ley de educación sexual integral, la intromisión del clero en materia de educación y salud, la negativa del oficialismo y oposición patronales en aprobar la legalización del aborto. También planteamos el reclamo de la difusión de índices oficiales de los femicidios y el reconocimiento del silencioso genocidio trans.

Estas fueron las principales divergencias que plantearon la necesidad de una columna independiente de la comisión organizadora.

La 1969 y el PO culminaron la jornada con un acto propio en la Legislatura con la lectura de un documento que da cuenta de nuestros planteos y luchas. El PTS se adaptó al marchar y participar del acto de las fuerzas K junto con Franja Morada y rechazar un acto común del FIT independiente.

El resultado del balotaje ha puesto a la diversidad contra la pared ya que ninguna de las dos variantes significa siquiera un principio de resolución a los problemas del movimiento LGBTTIQ, por el contrario la devaluación y el ajuste que pretende el nuevo gobierno deja a la inclusión laboral en el limbo.

De cara a la profundización del ajuste que nos depara esta nueva etapa, nuestro colectivo tiene reivindicaciones importantísimas pendientes y el desafío de organizarse en forma independiente del Estado para superar la carestía en las condiciones de vida. Porque no avalamos que la salida que nos ofrece este sistema para la realización de nuestra identidad sea en el marco de la descomposición de las relaciones sociales, es que damos un paso adelante en la organización política de nuestro colectivo.