LGBTI

20/3/2018

Rosario: otro ataque transfóbico en manos de la policía

Se realizó una movilización junto a Francesca Bocaoscuro, quien fue golpeada por policías de civil por ser travesti, y detenida en la comisaría.

Agrupación LGBTI 1969 Rosario

Frente a la fiscalía de Violencia Institucional de Rosario se realizó, el pasado viernes 16, una concentración para acompañar a la compañera travesti Francesca Bocaoscuro, quien fue a denunciar un ataque transfóbico del que había sido víctima dos días atrás, por parte de dos policías de civil. Desde la agrupación agrupación LGBTI 1969 y el Plenario de Trabajadoras nos hicimos presentes en la convocatoria.


El miércoles 14, mientras se dirigía a un comedor trans, dos hombres comenzaron a insultarla y a burlarse de su identidad sexual; y ante el pedido de explicaciones de Francesca la tiraron al piso y la golpearon repetidas veces. Recién cuando ella se encontraba en el piso, los hombres se identificaron como policías, tras lo cual la detuvieron en la comisaría 2da durante casi seis horas –donde, desconociendo la ley de identidad de género, no respetaron su identidad sexual, tratándola de hombre, llevándola a un calabozo con hombres e intentando obligarla a desnudarse en frente de todos los policías.


Estas situaciones de atropello que vive el colectivo trans y travesti son constantes y cada vez más críticas. El Estado opera directamente en la reproducción de esta desigualdad, a través de sus fuerzas represivas –algo que se ha reforzado con el protocolo represivo a la comunidad LGBT impuesto por Patricia Bullrich.


Tal como sucedió con Pamela Tabares, la compañera travesti asesinada el año pasado, el gobierno provincial “progresista” vuelve a darle la espalda a la comunidad LGTBI. Una funcionaria de la subsecretaría de diversidad sexual se hizo presente ese día en la comisaria, adoptando la versión de la policía: que Francesca estaba drogada y que ella era la que “estaba haciendo escándalo”. El gobierno de Miguel Lifschitz se afana en defender a capa y espada a los agentes de una policía provincial en un grado de descomposición avanzado, estrechamente ligado al delito organizado (narcotráfico, redes de trata…) y responsable del gatillo fácil y el accionar brutal contra la población.


Al calor de las luchas que está protagonizando el movimiento LGBTI –por la absolución para Higui; para Mariana; en el juicio por el travesticidio de Diana Sacayán– llamamos a no callarnos ante estos atropellos y a organizarnos de forma independientes del Estado, la iglesia y los partidos patronales para hacerle frente al ajuste, a la escalada represiva y a la opresión a la que nos someten estas instituciones.