El sábado 11 de noviembre se realizó en Paraná la Segunda Marcha del Orgullo Disidente. Se trata de otra expresión de la organización creciente del colectivo LGBTI, que ante el recrudecimiento de la violencia viene multiplicando en todo el país las acciones de visibilización, pero también de lucha, que antes se circunscribían a la Ciudad de Buenos Aires. Esta segunda movilización en Paraná fue construida de manera autónoma y autogestiva por las organizaciones convocantes durante varios meses, por lo que fue en sí misma una victoria de la organización. Como el año pasado, además de una celebración de la disidencia, la manifestación tuvo una fuerte impronta política y mantuvo un carácter independiente respecto a los gobiernos municipal, provincial y nacional, contra los que se dirigieron los principales reclamos.

 

La segunda edición de la Marcha culminó un año de intensa movilización del colectivo LGBTI en Paraná, en la que se destacaron la campaña por la libertad y por la absolución para Higui, las acciones por el día de la Visibilidad Lésbica, el Gritazo Trava-Trans y manifestaciones de repudio y solidaridad con compañeras trans por las agresiones sufridas a manos de matones pero también de la Policía de Entre Ríos, así como colectas de apoyo a su iniciativa de abrir un hogar autofinanciado.

 

El colectivo LGBTI de Paraná también ha participado activamente de la lucha por los derechos de la mujer, como ocurre en estos momentos respecto a las presiones de grupos provida y sus gestores políticos para revertir la adhesión al Protocolo de Aborto No Punible por parte de la Provincia. Esta adhesión ocurrió tras sucesivas crisis políticas que obligaron al gobierno de Gustavo Bordet a poner al frente del Ministerio de Salud a una funcionaria no digitada por los sectores antiderechos y clericales por primera vez en mucho tiempo. Se trata, sin embargo, de una medida de excepción, de ningún modo de un cambio de rumbo del gobierno, y mucho menos del Estado provincial, que por acción u omisión continúa dominado por la violencia hacia la mujer y la diversidad sexual en todas sus formas.

 

El gobierno de Bordet, como el de Macri, viene aplicando un ajuste contra los trabajadores, y su dura derrota electoral se ha convertido en la excusa perfecta para profundizarlo, con el argumento de que depende financieramente del auxilio de la Nación. Bordet se prepara para transar las reformas laboral, impositiva, jubilatoria y educativa nacionales, así como los tarifazos anunciados por Macri, y a implementar otro tanto respecto a las leyes y el presupuesto de la Provincia. Ni hay que decir que estos ataques contra la clase obrera agravarán la situación del colectivo LGBTI en Entre Ríos, que continúa estando, como antes, fuertemente diferenciado según la pertenencia de clase, como puede advertirse particularmente en la extrema vulnerabilidad del colectivo trans.

 

En definitiva, el pie de guerra contra los explotados por parte de los gobiernos patronales nos exige preservar la independencia política de nuestro movimiento, para defender las conquistas logradas y pelear por las reivindicaciones pendientes.

 

La Agrupación LGBTI 1969 y el Plenario de Trabajadoras de Paraná y Santa Fe nos movilizamos el sábado celebrando esta nueva Marcha del Orgullo Disidente en Paraná y exigiendo:

 

¡Cupo Laboral Trans ya! Capacitación a cargo de las patronales. No a las contravenciones persecutorias y a la exclusión por certificados de buena conducta. Salario igual a la canasta básica.

 

Basta de violencia policial hacia la población LGBTI ¡Abajo el protocolo de “represión inclusiva” para personas LGBTI de Patricia Bullrich! Apertura de los libros de las comisarías.

 

Acceso integral a la salud para el colectivo LGBTI. Abajo el desmantelamiento de los programas de salud sexual y reproductiva. Basta de restricciones y vaciamiento presupuestario a los tratamientos hormonales y de enfermedades de transmisión sexual. No al cajoneo parlamentario del Proyecto de Ley de VIH-Sida. No a la privatización de la salud pública.

 

Reparación a la comunidad trans y travesti e implementación efectiva de la Ley de Identidad de Género y de todas las normas que protegen nuestros derechos. Control de los presupuestos respectivos por parte de organizaciones independientes del colectivo LGBTI.

 

Por una Educación Sexual Integral laica y científica que eduque sobre diversidad, vinculada a la defensa de la educación pública y al aumento de presupuesto educativo. Ninguna injerencia del clero en los contenidos de la ESI (Educación Sexual Integral). ¡Separación ya de la Iglesia y el Estado!

 

¡Basta de travesticidios! Basta de crímenes de odio y homolesbotransfobia. Basta de femicidios: ¡Ni una menos! Justicia por todas las compañeras asesinadas y violentadas. El Estado y sus Gobiernos son responsables.

 

Abajo el ajuste y la represión. No a las reformas antiobreras y al vaciamiento de la educación, la salud y la cultura.

Defendamos nuestra independencia política de los gobiernos de turno y sus opositores patronales para luchar por nuestros reclamos. Sigamos organizándonos contra el Estado y el régimen social responsables de la violencia hacia nuestro colectivo.