19 y 20 de diciembre 2001-2005


En Rosario, en el llamado Centro de Alojamiento Transitorio, donde permanecen detenidos menores sin causa, el 20 de diciembre se produjo un hecho desgarrador: golpearon con brutalidad a los chicos detenidos.


 


Los gritos empujaron a las ventanas a los vecinos de los edificios contiguos. El director policial aseguró que se trató de un motín de los adolescentes allí detenidos, en reclamo de la aceleración de las causas penales en las que están involucrados.


 


La coordinadora de trabajo carcelario ha denunciado que, según los chicos, “quien prendió fuego fue el propio responsable policial del centro de detención, para simular una revuelta de los adolescentes”.


 


El diario La Capital dice: “cerca de las 13:30, del 20 de diciembre, una fuerte humareda y alaridos de pánico sobresaltaron a quienes viven en Dorrego al 900”. Los chicos estaban siendo sometidos a una brutal golpiza.


 


Estas cosas suceden en la ciudad donde Lifschitz, “socialista”, sucesor de Binner, es intendente.


 


En Rosario, el porcentaje de chicos que desertan de las escuelas crece, y crece también el “delito” de adolescentes, cada vez más chicos.


 


Según el informe de la Correpi, Santa Fe tiene el índice más alto de víctimas por muerte en las cárceles y por gatillo fácil. La mayoría son jóvenes de entre 15 y 18 años.


 


El gobierno “socialista” cuida los intereses de las agroexpotadoras, masacrando a la juventud.


 


La vigorosa movilización del 20 de Diciembre, que marchó desde la Plaza 25 de Mayo (frente a la Municipalidad) hasta la Plaza San Martín (frente a la Casa de Gobierno), acordó un documento único: “Unidos y en lucha a cuatro años del Argentinazo”.


 


El documento resaltó que en diciembre de 2001 Santa Fe se convirtió en la provincia con mayor cantidad de víctimas fatales, heridos de gravedad y detenidos de todo el país. En Rosario, continúa el documento, donde se registraron siete muertos, no se escucharon voces de las autoridades políticas; Binner era intendente.


 


Hoy, 23 de diciembre, representantes de los partidos, de las organizaciones y los sindicatos que participamos en la marcha, vamos a los tribunales a denunciar que cuatro compañeros docentes han sido amenazados e intimidados. Son delegados y luchadores barriales.


 


En la ciudad gobernada por los “socialistas”, en 2001, como en el 2005, luchar por salario, por comida, por educación, por salud, sigue siendo “delito”.


 


Organizar a los sectores más postergados de las barriadas, para que sea atendida su salud y los chicos no abandonen la escuela, sigue siendo “delito”.


 


Levantar la bandera de los compañeros que fueron asesinados el 19 y 20 de Diciembre de 2001, por responsabilizar al gobierno del hambre de la gente, sigue siendo “delito”.


 


La juventud, principal víctima, las mujeres, y los trabajadores, tenemos que terminar con la impunidad y ganar las calles con las banderas del Argentinazo, hoy más vigente que nunca.