#19y20deDiciembre: 15 años de impunidad organizada

Apel


En las Jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, la respuesta ante la rebelión popular fue una  feroz represión, el último manotazo del gobierno de la Alianza –y de los gobernadores peronistas– para permanecer en el poder. El gobierno de la Alianza debutó matando a dos compañeros en el puente de Corrientes-Resistencia y se fue como llegó, con una masacre de 38 personas.


 


Quince años después del Argentinazo, el signo sigue siendo el de la impunidad. De las 38 muertes, sólo ocho fueron llevadas a juicio y obtuvieron alguna condena.


 


Por las siete muertes producidas en Capital Federal fueron juzgados, a principios del 2016, solamente cuatro homicidios –y las penas dictadas resultaron irrisorias.


 


El principal responsable de la masacre, el ex presidente Fernando de la Rúa, ni siquiera pasó por el banquillo de los acusados.


 


Los dos funcionarios de mayor jerarquía que llegaron a juicio, el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, y el ex jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, recibieron penas de cuatro años y nueve meses de cárcel más nueve años de inhabilitación y de cuatro años de prisión, respectivamente, por hallarlos culpables de los “homicidios culposos” de


 


Diego Lamagna, Gastón Riva y Carlos Almirón, tres de los cuatro homicidios que llegaron a la instancia de juicio oral. Otros policías, de distinta jerarquía, recibieron penas similares. De los 17 acusados, seis fueron absueltos y dos sobreseídos. 


 


En la provincia de Santa Fe, donde se produjeron diez asesinatos, sólo fue llevado a juicio el de Carlos “Pocho “ Lepratti. El autor fue condenando a 14 años y otros siete oficiales recibieron dos años y 8 meses de castigo por alteración de pruebas en la investigación. Fueron las únicas condenas.


 


La situación no fue diferente en la provincia de Buenos Aires. De las nueve víctimas, sólo los casos de Ariel Maximiliano Salas y Damián Vicente Ramírez –de apenas 14 años–, asesinados en La Matanza, llegaron a juicio. Fueron condenados dos civiles: el comerciante Luis Mazzi, a 14 años, y su custodio, a 4 años y 6 meses, por homicidio en riña. Los siete homicidios restantes, cuyos autores materiales fueron identificados como miembros de la policía bonaerense, siguen impunes.


 


Con excepción del homicidio de Ramón Alberto Arapi, en Corrientes, donde se condenó a 20 años de prisión al autor material y por encubrimiento y adulteración de pruebas a otros seis oficiales de la policía correntina, el resto de los asesinados el 19 y 20 de diciembre siguen impunes.


 


Para este régimen, por norma, la represión es una “decisión política no judiciable”. Sobre todo, cuando se trata de una rebelión popular.


 


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[ARCHIVO] 


No hubo "errores", no hubo "excesos"


 


Los "grupos de tarea" que actuaron desde Plaza de Mayo al Obelisco


 


Por Corresponsal


 


La investigación periodística ha confirmado lo que Prensa Obrera denunció pocas horas después de la pueblada que derrocó a De la Rúa y Cavallo: que la masacre de ese día en las cercanías de la Plaza de Mayo no fue la consecuencia de "excesos" policiales sino la consecuencia del accionar, conciente y planificado, de "grupos de tareas" de la Federal y de la Side, que siguieron un plan criminal: asesinar a sangre fría a manifestantes, a los que eligieron selectivamente.


 


"Los sobrevivientes y testigos (informa Página/12, 30/12) relatan una y otra vez que policías de civil recorrían las manifestaciones en motos, autos y camionetas sin marcas y abrían fuego con armas de mano. Tiraban a matar, con toda deliberación, sin accidentes."


 


Un testigo relata que "vio a la policía de civil disparar de dos coches, una 4×4 color claro y un Palio blanco (…) Eran agentes no sólo por la pericia al bajarse y apoyar sus abultados abdómenes contra los autos y los brazos sobre los techos para disparar sino porque, además, cuando el Palio tuvo que salir de raje puso la baliza en el techo para abrirse paso" (ídem). Desde esos autos se apuntó fríamente para asesinar a Alberto Márquez y Martín Galli (que recibió un balazo en la nuca) en las inmediaciones de Sarmiento y 9 de Julio. Otros testigos aseguran que desde ese mismo Palio blanco se apuntó y se disparó contra Diego Lamagna, asesinado en Bernardo de Irigoyen e Hipólito Irigoyen.


 


La actuación de los "grupos de tareas" ha sido confirmada por las propias pericias balísticas: todos los muertos y los heridos cayeron por balas calibre 12, lo que llevó a la jueza Servini de Cubría a allanar la Comisaría 2a. (Diario Popular, 30/12).


 


Frente al levantamiento popular, la "democracia" recurrió a los mismos métodos asesinos de Videla y Massera: la represión salvaje del pueblo y el accionar de "grupos de tareas" para defender los mismos intereses de clase que la dictadura, los de los banqueros y los grandes capitalistas.


 


Necesitamos barrer con los organismos represivos, las bandas de "grupos de tareas", mandar a la cárcel a todos los asesinos del pueblo, y convocar a una Asamblea Popular Constituyente.


 


Publicado en Prensa Obrera # 736, viernes 4 de enero de 2002