A dos años de la desaparición forzada de Facundo Castro por la Bonaerense

La trama del encubrimiento estatal.

Ojo Obrero Fotografía

Hace dos años que Facundo Astudillo Castro fue desaparecido por la policía Bonaerense en Bahía Blanca. El 15 de agosto de 2020 su cuerpo fue hallado en un cangrejal en la localidad de Cerri, confirmándose posteriormente que su muerte fue producida por asfixia por sumersión -es decir, ahogado. Desde la confirmación de que el cadáver hallado era de Facundo, la lucha central de la familia, las organizaciones sociales, políticas y de DD.HH. se concentró en impedir que este crimen quedara impune.

El hilo del encubrimiento a la Bonaerense

Desde el primer momento, mediante testigos implantados e incongruentes, la policía al mando de Berni negaba haberlo detenido. Con el correr de la investigación, en la que la Bonaerense fue apartada, surgieron un sinfín de elementos que la comprometen directamente, y cada vez más.

Cristina Castro, la madre de Facundo, y la querella batallaron duramente para que se dé lugar al allanamiento en la comisaría de Buratovich, donde encontró un objeto de madera que le pertenecía al joven. Es el mismo intendente de Villarino, el massista Carlos Bevilacqua, quien está señalado por entregar listas falsas de patentes con horarios cambiados, desviando el curso de la investigación.

En diciembre fue apartada la jueza Marrón de la causa por falta de imparcialidad. desde un principio se negó a ordenar las acciones más sustanciales: secuestrar celulares de comisarios, oficiales y suboficiales de la Bonaerense y allanar las comisarías donde ya se encontraron objetos y rastros del ADN de Facundo. “Ser policías no los vuelve delincuentes ni culpables, es fácil creer que haya sido la policía pero se necesita prueba”, había dicho la jueza públicamente. Durante la investigación, la querella denunció ataques y persecuciones hacia testigos y familiares. El resultado de esta obstrucción sistemática de la investigación es que sigue habiendo pericias reclamadas hace meses que recién ahora se están llevando adelante. En todo momento, el ministro de Seguridad Bonaerense Sergio Berni defendió el accionar de la jueza, que encubría el crimen de la Policía que comanda.

La impunidad en el caso de Facundo se enmarca en el proceso de aplicación del ajuste del FMI agudiza una represión que es integral (detenciones en Jujuy, represión a trabajadores del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, la causa contra Arakaki y Ruiz, el ataque a los piqueteros). Enfatizó que la causa contra Arakaki y Ruiz es un intento de aleccionar a todo el movimiento popular, los trabajadores y la juventud.

La lucha por justicia por Facundo Castro y contra el gatillo fácil no va a venir de los partidos que la promueven y la llevan a cabo. No a la criminalización de la juventud, que cada día se sume más en la pobreza, el desempleo y la precarización. Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda – Unidad rechazamos el reforzamiento represivo del gobierno y su oposición de derecha, desde el terreno mismo del movimiento de lucha por los derechos humanos y las libertades democráticas, que se organiza de manera independiente de los partidos patronales y la cooptación estatal. Contra el manto de impunidad que protege a Berni y la Bonaerense, y se apoya en la represión y persecución de lxs trabajadores y la juventud.