Apel en el caso de Hugo Krince


El fin de semana pasado, familiares y amigos de Hugo Krince y otros afectados por la “Masacre de Villa Luján” (ver Prensa Obrera anterior) estuvieron reunidos con el Dr. Gustavo Mendieta, de la Asociación de Profesionales en Lucha (Apel) en el Polo Obrero. Los vecinos relataron los hechos y formularon varias denuncias, donde quedaba de manifiesto el accionar de un auténtico escuadrón de la muerte amparado por el Estado. Uno de los amigos de Hugo, que fue herido de varios disparos aquella madrugada, denunció que en la Comisaría 4ª de Sarandí pretendieron hacerle firmar una declaración donde le atribuían el homicidio de su propio amigo; luego estuvo detenido durante una semana en la Comisaría 4ª, donde le negaban las curaciones que debían hacerle en el hospital. Otro ejemplo es el caso de otro de los chicos que se juntaban habitualmente en esa esquina, que fue brutalmente apaleado por los efectivos de “la 2” que llegaron al lugar tras el fusilamiento.


 


En contraste, los asesinos recibieron un “tirón de orejas” y aún permanecen en libertad.


 


Los demás efectivos que acudieron al lugar por el llamado de los vecinos aterrorizados se dedicaron a encubrir la masacre antes de que llegaran los peritos (que recién fueron al lugar pasadas 24 horas, durante las cuales el lugar no fue cercado), levantando todas las vainas y pruebas que pudieron con gran celeridad.


 


Este “escuadrón de la muerte” de “la 2” descargó al menos 25 ó 30 disparos en todas las direcciones. Como dice el papá de Hugo, “no murió más gente porque Dios es grande”.


 


En este caso, que tiene las proporciones de los grandes casos de “gatillo fácil” ocurridos en esta etapa democrática, se acumulan cargos contra “la 2” y la “Bonaerense” por homicidio agravado, tentativa de homicidio, encubrimiento, lesiones, amenazas, violación de domicilio y varios más que hay que terminar de discernir.


 


Una docena de vecinos se presentarán como particulares damnificados en la querella que realizará Apel.


 


La organización de los vecinos, la denuncia ante los medios y organizaciones populares, y la movilización, serán los pilares que sostendrán una acción judicial que tiene por objeto llevar a los responsables de este crimen a la cárcel de por vida.