Archivos secretos, mentira y realidad

Apel

Los archivos secretos de la dictadura no solamente existen: el gobierno regula su publicidad de acuerdo con su conveniencia y necesidad.


El hallazgo del archivo guardado en un subsuelo del edificio Cóndor es una clara muestra de ello. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, informó que el material fue descubierto por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea.


El material incluye actas secretas y originales de las juntas militares desde 1976 hasta 1983. El ministro halagó el comportamiento del militar y su "compromiso con la democracia".


Pero ni al actual ministro de Defensa ni a ninguno de sus antecesores se les ha ocurrido ordenar un rastrillaje de los edificios militares buscando dichos archivos.


En esa resistencia a allanar los edificios militares, el gobierno de los "derechos humanos" ha coincidido con los tribunales que juzgan a los represores. Durante el segundo juicio de la Esma, cuando una querella solicitó el allanamiento de la misma, otro querellante -la Secretaría de Derechos Humanos- se opuso.


Finalmente, el tribunal rechazó el pedido. Las Fuerzas Armadas dependen del Ministerio de Defensa. Bastaría una orden de búsqueda del mismo sobre todos los edificios, subsuelos o archivos en desuso, para obtener la información que por treinta años se ha pretendido esconder.


Los registros del terrorismo de Estado y los delitos de lesa humanidad no pueden permanecer protegidos con el argumento de la seguridad del Estado. ¡Que se abren y se den publicidad a todos los archivos de la dictadura!