Ate Educación: Gran reacción obrera contra las brutales detenciones de Scioli

Liberaron a los detenidos

El martes 14 fueron detenidos cuatro delegados de la Junta Interna de ATE del Ministerio de Educación provincial. Los delegados, Alejandro Sánchez Moreno, María Inés (Churi) Uro, Silvia Valdez y Miguel Cappina fueron apresados cuando salían de una reunión pautada con Daniel Montes de Oca, director provincial de Negociación Colectiva del ministerio.


Allí se encontraban reclamando indemnizaciones para los compañeros del ministerio afectados por la inundación. Al retirarse, sufrieron una verdadera emboscada por parte de personal de la Bonaerense. Vestidos de civil, y sin identificarse, atacaron a los compañeros, insultándolos, esposándolos y subiéndolos a cuatro autos sin identificar. Un verdadero secuestro. Además, la patota policial escupió y amenazó a las compañeras y compañeros que presenciaron el hecho, y a sus familias. Junto a la patota actuó un policía que está habitualmente consignado en la repartición donde los compañeros cumplen sus tareas, y a quienes hostiliza regularmente. Un quinto compañero afiliado a ATE, Marcelo Ardetti, fue detenido en su lugar de trabajo, arrastrado por el piso y esposado. La filmación de esa brutal detención se hizo pública a las pocas horas, y multiplicó la indignación por la cacería ordenada por Scioli.


La detención se llevó a cabo con la excusa de tomarles declaración indagatoria a los delegados, a raíz de una causa por "coacción agravada". Ese proceso fue armado después del extraordinario paro de once días con ocupación de la Dirección de Escuelas, que se llevó adelante el año pasado contra 150 despidos y un recorte salarial. La causa, urdida por los funcionarios de Scioli para golpear a la dirección que encabezó la huelga victoriosa, no avanzó en los más de seis meses desde que se inició. Los compañeros tampoco habían sido citados a declarar. Este operativo, en el marco de una provincia que sigue cruzada por huelgas salariales de estatales, buscó golpear a la vanguardia que ha encabezado las mayores luchas contra el ajuste.


Extraordinaria reacción


Desde la hora misma de su detención, se concentraron compañeros de Educación, de ATE, del PO y de otras organizaciones. Primero, en la departamental de la policía donde fueron trasladados; luego, en el tribunal donde fueron llevados a declarar. A pesar de que el trámite de la indagatoria se llevó a cabo en el mismo día, el juez actuante, Melazo, se negó a tratar rápidamente el planteo de excarcelación hecho por los abogados de Apel y ATE, y dispuso que los detenidos pasaran la noche en distintos penales, separándolos. Frente a esto, la movilización rodeó el juzgado e impidió el traslado de los compañeros, que pudieron recibir la visita de una delegación, ropa y víveres en el propio juzgado. Desde el juzgado, ATE convocó a un paro provincial.


Al día siguiente, por la mañana, se concentraron alrededor del tribunal unos dos mil compañeros. Llegaron delegaciones que pararon y movilizaron, de la sede de Educación, del Astillero Río Santiago, de auxiliares de escuelas, entre muchos otros. También arribaron columnas de las seccionales opositoras de ATE de Lomas y Brown. Una movilización de de mil residentes se acercó solidariamente, en el curso de una marcha propia al Ministerio de Salud. Llegaron delegaciones de ATE de toda la provincia. Estaba el Centro de Trabajo Social de la UNLP y una delegación de la Fulp. Mientras tanto, realizaban cortes y movilizaciones frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires en Capital, así como en Bahía Blanca, Neuquén y otros puntos del interior.


A las dos de la tarde del miércoles, después de más 24 horas de detención, se logró que liberen a los compañeros.


Todos los delegados denunciaron la brutal y arbitraria detención, señalaron que estaban libres por la reacción de los trabajadores, que con "los métodos históricos de la clase obrera" habían derrotado la intentona represiva y llamaron a remover a todos los funcionarios que han armado las denuncias truchas y preparado la emboscada. La multitud pedía la renuncia de la ajustadora ministra de Educación de Scioli, Nora De Lucía.


Alejandro Sánchez Moreno, desde la colmada puerta del tribunal, sostuvo que fue "un secuestro ordenado por Scioli" destinado a acallar a quienes luchan contra el ajuste, y a separar a esa dirección de los trabajadores que vienen movilizándose. Sánchez concluyó que la movilización desplegada mostraba el rotundo fracaso de esta intentona, y abría el camino para reabrir la paritaria salarial y derrotar el ajuste provincial.