Azic

Apel

El genocida Juan Antonio Azic, que se encuentra alojado en el Penal de Ezeiza -en el dispositivo "Programa Interministerial de Salud Mental", por orden del Juzgado que lo instruye por apropiación de menores-, obtuvo el privilegio, por parte del Tribunal Oral Federal Nº 5, donde se lo juzga en la causa Esma III, de reingresar a la Clínica psiquiátrica San Jorge, donde estuvo internado durante varios años.


Esta clínica es claramente un hotel de lujo para este genocida que invoca un intento de suicidio ocurrido hace 10 años para poder escabullirse del sistema penitenciario y estar sometido al régimen similar al arresto domiciliario. Los especialistas han señalado que no es posible de manera alguna sostener que una patología suicida pervive por tanto tiempo: o mejora o lo concreta.


Por otra parte, para que se interne a una persona en un instituto debe existir un riesgo cierto e inminente de atentar contra su integridad física o la de terceros. Los tratamientos psiquiátricos que eventualmente pueda requerir deben ser brindados en el ámbito de la prisión. Quitarlo del ámbito penitenciario se traduce lisa y llanamente un privilegio del que no gozan los presos comunes, quienes a cuenta gotas obtienen algún tipo de beneficio -léase excarcelaciones, prisiones domiciliarias, salidas transitorias.


Los organismos de derechos humanos integrantes del colectivo ¡Justicia Ya!, del que Apel forma parte, exigimos: Basta de privilegios a los genocidios. Cárcel común y efectiva ya.