Bullrich sigue encubriendo a Gendarmería: se tiene que ir

En una entrevista para La Nación, la ministra hace gala de un cinismo inconmensurable.


En una entrevista concedida a La Nación, la ministra Patricia Bullrich no sólo defiende y justifica a la Gendarmería, principal sospechosa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado, sino que autojustifica su propia gestión, marcada por el encubrimiento de la fuerza represiva.


 


“Pudo haber habido una inconducta, pero eso está muy lejos de una desaparición forzada”, dijo la ministra, en relación a la carátula de la investigación. Bullrich intenta, de este modo, desviar la acción estatal para hacerlo pasar por una acción privada, realizada por un individuo. Sin embargo, aún si fuera el caso, se trata de una desaparición forzada y que el cuerpo armado y el gobierno tratan ahora de ocultar.


 


Bullrich justifica el pacto de silencio de los gendarmes con el siguiente razonamiento falaz: “acá hubo una Plaza gritando ‘asesinos’, todos los cuarteles de la Gendarmería pintados con la palabra ‘asesinos’… También hay que imaginar qué piensa un gendarme antes de declarar en ese marco de violencia”.


 


No contenta con su cinismo, la ministra se da el lujo de amenazar desde el poder del Estado a quienes señalaron la desaparición forzada de Maldonado: “Vamos a ser muy duros contra los que hicieron acusaciones falsas y los que difamaron”. Se trata de una actitud fascistizante.


 


La acción persecutoria del Estado contra quienes reclaman por Maldonado y contra la protesta en general debe ser derrotada.


 


Y Patricia Bullrich se tiene que ir.