Caleta Olivia: Victoria de la huelga de hambre

Los compañeros detenidos por pedir trabajo en Caleta Olivia comenzaron el 26 de octubre una huelga de hambre exigiendo: el traslado de Jorge Mansilla a la seccional tercera, donde se encuentran los compañeros Hugo Iglesias y Mauricio Perancho, porque se en­contraba en condiciones infrahuma­nas en la seccional primera, junto a nueve presos comunes; el cese de los malos tratos en la seccional cuarta, donde se encuentran detenidas las compañeras Marcela Costando, Elsa Orozco, Selva Sánchez y Cintia Darco (esta última, presa por deli­tos comunes y que se sumó a la huel­ga de hambre); y una ayuda financiera a las familias mientras dure la detención.


Los compañeros fueron inter­nados el 3 de noviembre al cumplir­se dos meses de su detención. Se prohibió la visita de sus hijos y só­lo se autorizó a dos mayores para visitarlos. Ante esta situación, a los 14 días de huelga de hambre, y al ver que no se daba una solución, los compañeros Jorge Mansilla, Elsa Orozco y Cintia Darco deciden ir a una huelga seca.


Al ver que los compañeros ya estaban muy débiles y en peligro su vida, decidimos organizar un viaje a Río Gallegos para reclamar solu­ciones directamente ante el subse­cretario de Trabajo de la provincia, Héctor Rojas, ex funcionario que firmó el acta cuando se “resolvió” el conflicto. Denunciamos por los me­dios toda la situación que se vive en Caleta Olivia, explicamos cómo fue la represión y repudiamos la ilegalidad de estas detenciones. Hi­cimos cargo al gobierno de la pro­vincia, que intenta a través de la prisión escarmentar a una locali­dad que, por medio de la lucha, arrancó a las petroleras más de puestos de trabajo genuino. También explicamos a qué llama­mos “maltrato policial”.


El mismo día que nos atendió Rojas en la Subsecretaría, en la Cá­mara de Diputados un grupo de mu­jeres autoconvocadas entregaba valiosas firmas denunciando el maltrato a las compañeras presas y la arbitrariedad de todo el proceso contra las compañeras y compañe­ros detenidos. El petitorio reclama igualdad de trato y cumplimiento de pactos internacionales que protegen a la mujer y a la niñez.


El viernes 12, Rojas nos da la respuesta: un fax de la Intendencia de Caleta, con la firma del intenden­te, donde se hace cargo de una ayu­da financiera de 500 pesos para to­das las familias de los detenidos.


Por esta respuesta, y después de haber conseguido el traslado de Jorge Mansilla, con el compromiso, además, del juez Bailaque de solucionar el tema del maltra­to, los compañeros levantaron la medida y fueron llevados inmediatamente a las seccionales. Por esto decimos hoy más que nunca que se los libere, y llevamos esta consigna para el 20 de noviem­bre (cumpleaños de Caleta Olivia) el mejor regalo para Caleta y el pa­ís es la libertad de todos los presos por pedir trabajo.