EXCLUSIVO DE INTERNET

Frente a las denuncias a un religioso de la ciudad de Andalgalá por abuso sexual simple y con acceso carnal a un menor, la reacción del obispado de la provincia, fue salir a proteger, no a la victima de los abusos sino al cura pedófilo, presionando para que el caso no trascendiera en los medios, e interviniendo sobre la justicia, para que el caso, como ha ocurrido en otras oportunidades quede en la más completa impunidad.

El obispado antes que el caso saliera a luz, ordenó el traslado del cura pedófilo a la Capital Provincial alojándolo en el mismo Obispado poniendo a su servicio las comodidades y recursos del obispado a su favor, poniendo como abogado para su defensa a Luciano Rojas, un reconocido “amigo” de la Corte de justicia y que tiene entre otros antecedentes, ser el defensor del narcotraficante Alanis, vinculado al ministro de Gobierno y Justicia de la provincia, Francisco Gordillo.

Es necesario organizar la movilización popular para que el caso mantenga su visibilidad, rodear de solidaridad a la victima y su familia y para reclamar que el cura pedófilo denunciado vaya a donde tiene que estar, condenado en una cárcel común.

Pedro