El 2 de agosto de 2006, el agente de la Policía Federal José Luís Benítez hirió de un balazo a Rubén Dario Galarza, un joven trabajor y estudiante de 16 años. Luego lo remató, dentro de su auto, con otros dos disparos. La primera noticia en los medios refirió un intento de robo, defensa propia y “cumplimiento del deber”.

En la UFI 8 de Lomas de Zamora a cargo del doctor Ferrari sostuvieron la misma versión: “Este caso está resuelto, no hay nada que investigar, lo cerramos acá”.

La persistente movilización de la familia, los amigos y el barrio lograron dar vuelta esta infame versión y obligaron al fiscal a elevar la causa a juicio.

Desde el momento del asesinato, el policía está en libertad. Luego de elevada la causa a juicio oral, ni el Tribunal Nº 4 de Lomas de Zamora ni el juez de Garantías ordenaron la detención del policía Benítez. Inmediatamente después de elevada la causa a juicio, el policía comenzó a evadir las notificaciones judiciales.

En octubre de 2007 presentamos el pedido de rebeldía del imputado y su prisión preventiva.

Con muchos reclamos, el Tribunal Oral se vio obligado a decretar la rebeldía; el imputado a se presentó a los Tribunales y lo dejaron nuevamente en libertad.

Hoy se discute sobre el fallo del Máximo Tribunal de Casación, que dice que todo imputado tiene derecho a esperar su juicio en libertad. Esto se aplica a los policías y a los funcionarios; no a los trabajadores. El encubrimiento de los jueces es grosero.

Vamos a pedir el juicio político al Tribunal por su accionar irregular y encubridor.