Libertades democráticas
21/9/2017
Caso Maldonado: se realizó la audiencia para recusar a Otranto
La familia insistió en sus argumentos y amplió la denuncia. Esperan la remoción del juez y la fiscal.
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@zonarojas
Culminó la presentación de la querella de la familia de Santiago Maldonado que demandó la recusación del juez Guido Otranto de la causa. La audiencia tuvo lugar en la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia y reafirmó el pedido y sumó argumentos.
“Hoy se hizo la audiencia donde mantuvimos los argumentos que presentamos y ampliamos en relación a todas las arbitrariedades de las que fue objeto Sergio, la falta de información, el maltrato, el desprecio que manifestó hacia él -dijo Verónica Heredia, representante legal de la familia Maldonado-. El Ministerio Público Fiscal también apoyó el pedido de remoción así que esperamos que de acá a 48 horas tengamos un nuevo juez en la causa”.
La querella de los Maldonado había planteado una parcialidad en la investigación y un avance nulo en la misma, hechos comprobables no solamente por su constatación con la realidad, sino con las declaraciones mismas de Otranto.
A la demora en los allanamientos en la Gendarmería, las mayores demoras en llamar como “testigos” y no como “indagados” a los gendarmes -interrogatorios producidos a los 40 días de la desaparición de Maldonado- se suman una serie de hechos que plantean no sólo la remoción del juez, sino también de la fiscal y su juicio político.
Declaraciones de esta jornada indican que hubo mensajes de whatsapp borrados por un gendarme en las que decían: “Les dimos corchazos para que tengan a los mapuche”. Corchazo es la expresión popular para “balazo”. La investigación de los celulares de los gendarmes, también realizada con demora, da cuenta de borramiento de mensajes e incluso la desinstalación de la aplicación whatsapp.
A esto se suma la manifestación de inocencia que hizo el juez en una entrevista a La Nación en la que manifestó que no había elementos para suponer que hubieran sido los culpables del secuestro de Maldonado, pero no descartó esa posibilidad, endilgándola a los mapuche. Por otro lado, señaló que la principal hipótesis residía en que Maldonado se habría ahogado. Produjo entonces un megarastrillaje en las 2000 hectáreas del territorio de Pu Lof Cushamen con 400 efectivos, buzos, helicópteros, caballos, camionetas, perros y drones para no encontrar nada. No permitió que las querellas presenciaran el operativo y detuvo en condiciones salvajes a los mapuche mientras se desarrollaba el rastrillaje.
Otranto no quiso peritar el teléfono del coordinador de la represión y jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad nacional Pablo Noceti, ya que de hacerlo debería revelar la llamadas de coordinación de la represión entre el funcionario de Bullrich y él mismo. Otranto y la fiscal Ávila actúan como peones de Patricia Bullrich y el gobierno nacional en el operativo represivo para preservar los intereses de los latifundistas en la Patagonia, a la vez que forman parte del operativo del encubrimiento de la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Una tarea mancomunada, según se evidencia al paso de los días, entre la Justicia, la Gendarmería y Patricia Bullrich, en representación del gobierno nacional.