El fallo de la Corte Suprema que rehabilita la ley del 2×1 para casos de presos por crímenes de lesa humanidad amenaza con dejar en libertad a casi trescientos represores, torturadores, violadores, asesinos, secuestradores de bebés, desaparecedores, genocidas. Se trata de un verdadero atentado a la causa de las libertades democráticas y una señal dirigida a las Fuerzas Armadas en pos de que se integren a un mecanismo interno de represión. Los posibles genocidas que recobrarían la libertad son emblemas para los militares y el 2×1 apunta a un gesto de reconciliación. Uno de los campos clandestinos más aberrantes –y el más grande que sostuvo la última dictadura– es la ex ESMA, cuyos criminales están siendo juzgados en dos megajuicios. Prensa Obrera conversó con Liliana Alaniz, abogada de Justicia Ya (una de las querellas en la Causa ESMA) y miembro de APEL (Asociación de Profesionales en Lucha) para dilucidar los alcances de la decisión de la Corte y la marcha del juicio que investiga los crímenes y desapariciones cometidos en el campo clandestino que se había establecido en avenida del Libertador.

 

-¿Por qué tiene tanta duración el actual juicio por los crímenes cometidos en la ex ESMA?

 

-Vienen deliberadamente lentos. A este juicio se arribó con 70 acusados por los crímenes. Cuando empezó en 2012 ya eran menos de 60 porque se fueron muriendo. Las testimoniales duraron tres años. Nuestra querella, que fue la última en alegar, los hizo en abril del año pasado. Las querellas, durante todo ese tiempo, reclamamos que las testimoniales se celebraran en audiencias no menores a seis horas y que se produjeran tres audiencias por semana para contrarrestar el estado inicial atravesado por infinitos retrasos, cuartos intermedios infinitos y audiencias muy cortas. Lo logramos y ese régimen se cumplió. Pero cuando empezaron a alegar los defensores de los milicos las audiencias empezaron a espaciarse. Hoy por hoy se hacen, con suerte, dos audiencias por semana y no duran más de dos horas. El ritmo del juicio es deliberadamente lento. El juicio, que naturalmente era largo al tener 700 casos, 70 genocidas, ampliaciones por delitos sexuales y debido a que nuestra querella pidió constantemente que se revoquen las prisiones domiciliarias, debió así y todo haber terminado en 2014. Se trata de dilatar todo el proceso.

 

-¿Cómo afecta el fallo de la Corte Suprema del 2×1 a la Causa ESMA?

 

-La afecta de principio a fin. Algunos de los genocidas más emblemáticos están en esta causa porque era el campo clandestino más grande, porque por sus mazmorras pasaron 5000 detenidos desaparecidos, por los bebés nacidos en cautiverio. Y sus criminales más emblemáticos podrían quedar libres con este fallo. Jorge "El Tigre" Acosta, Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo, Adolfo Donda y Jorge Rádice, por ejemplo, podrían quedar en libertad en cualquier momento de aplicarse ese 2×1.Con las condenas parciales que cumple "El Tigre" Acosta y si se aplicara el 2×1 estaría cumpliendo un equivalente a 38 años de prisión. En este país la prisión perpetua no es efectivamente perpetua y por eso con esta ley Acosta podría ya salir en libertad. Todos los jerarcas de la ESMA podrían quedar en libertad y en especial Astiz y Acosta.

 

-El ministro de Justicia Germán Garavano y el periodista de Clarín Daniel Santoro aseguran que el beneficio de la libertad sólo se aplicaría a una ínfima minoría de represores, ¿es así?

 

-En principio hay que decir que hay una minoría de militares presos sobre todo el conjunto de los criminales acusados. Más del cuarenta por ciento de los militares con procesos o condenas están con prisión domiciliaria o en libertad, ya que en muchos casos las condenas no han quedado firmes todavía y por eso no se activa la detención. Dicho esto, la procuración especializada en casos de lesa humanidad dice que son 278 milicos los que podrían acceder al 2×1. La fórmula no es un planteo nuevo, sino que ha sido planteado repetidamente por los defensores oficiales de los acusados y fue rechazado una y otra vez. La defensora Marini, que representa a Cavallo y a Astiz y es una reaccionaria que maltrata a los testigos, ya pidió hace mucho tiempo el 2×1 para sus defendidos. 

 

-El fallo lo dictó la Corte Suprema, ¿hay alguna instancia de apelación?

 

-Se puede plantear el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo la Corte, con el voto de Lorenzetti, dictaminó que las decisiones que tomara la CIDH no eran vinculantes para nuestro país. Por eso es necesario movilizarnos de a decenas de miles, de a centenares de miles este miércoles 10 a la Plaza de Mayo.