Comienza el juicio por un caso emblemático de brutalidad policial en Tigre

El 2 y 4 de agosto, en los tribunales de San Isidro, serán juzgados los policías Héctor Sosa y Gustavo Castillo por la golpiza a un trabajador. Antecedentes.


Producto de la movilización popular, mañana comienza el juicio al policía del Centro de Operaciones de Tigre, Héctor Eusebio Sosa, y al bonaerense Gustavo Castillo por la brutal golpiza propinada hace menos de un año al trabajador José Ojeda. La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) representa a la víctima y llevó adelante la denuncia pública del hecho.


 


Sucedió el 13 de octubre: Ojeda, repartidor de harina, le pidió a Sosa que saque su móvil de donde estaba estacionado, para poder cumplir con su trabajo. Los vigilantes, en respuesta, intimidaron y golpearon salvajemente al trabajador. Consecuencia de ello, “José tuvo lesiones de más de un mes de recuperación como herida cortante en cuero cabelludo; equimosis en hombro izquierdo; escoriaciones lineales en el cuello; equimosis en zona temporal, en pómulo y puente nasal, y fractura metafisiaria distal de peroné”, según indicó el espacio antirrepresivo Chau COT en un comunicado. Luego del ataque, Ojeda y tres compañeros que intentaron defenderlo fueron detenidos por “resistencia a la autoridad”.


 


Un vecino filmó todo en un video que rápidamente se viralizó, provocando una gran conmoción y la movilización popular. La marcha realizada una semana después al municipio de Tigre logró que Héctor Eusebio Sosa sea separado del Centro de Operaciones de Tigre.


 


En su primera declaración tras la golpiza, la funcionaria municipal María Eugenia Ferrari culpabilizó al propio Ojeda por el hecho.


 


Emblema del gatillo fácil


 


Héctor Eusebio “El Paraguayo” Sosa es un ex policía bonaerense con un largo historial de brutalidad policial y gatillo fácil. Tiene en su haber el asesinato de Víctor Manuel Vital, de 17 años (luego de que este se entregara), y de Jonathan Lorenzo y Jorge Andrés Martínez (¡a quien le disparó más de veinte veces!) –en ambos casos luego de perseguirlos.


 


En todos los casos fue absuelto. Y no solo eso: durante el gobierno de CFK fue ascendido a sargento, y Massa lo reclutó para el COT, un armado del actual candidato de 1País en sus tiempos de amor con el kirchnerismo, como parte del gran reforzamiento represivo (cámaras, constantes patrullajes) del distrito.


 


Como destacamos en ocasión de las movilizaciones por Ojeda, Sosa“se mantuvo en la fuerza incluso después de que, hace algo más de un año, vecinos y familiares de víctimas de la represión policial se entrevistaran con Julio Zamora, actual Intendente de Tigre, reiterándole sus antecedentes” (Prensa Obrera, 25/11).


 


Tribunales y tribunas


 


El juicio que tendrá lugar en el Tribunal n°3 de San Isidro (Ituzaingó 340) plantea la necesidad de una amplia movilización para garantizar el castigo a Sosa y a Castillo.


 


Sucede que este juzgado es especialista en dar impunidad a los represores: lo hizo con el mismo Sosa en 2005, por el asesinato de Vital.  “Dos años antes –señalaron desde Chau COT– condenó a la pena mínima y a uno sólo de los policías que durante una persecución con más de 30 patrulleros y 100 disparos, mataron a Alejandro Levickas y un ladrón que huía. En 2005 absolvió al policía que disparó en Villa Loyola y mató a la nena Florencia Ramírez que miraba TV en su dormitorio. Condenó a la pena de 3 años de prisión en suspenso al policía federal Pablo Alcides Barros, que en una fiesta de 15 mató por la espalda a Carlitos Bustamante de 21 años, cuando el pibe se iba, después de reprocharle al policía que anduviera disparando tiros al aire.”


 


Los días 2 y 4 de agosto, desde las 10 de la mañana, los vecinos y organizaciones populares se darán cita allí para exigir la condena de Sosa y Castillo, fieles representantes del accionar antiobrero del COT, la Bonaerense y de los gobernantes provinciales y municipales a los que han respondido y responden.