Condenan a luchadores metalúrgicos

Los dirigentes metalúrgicos, Valle, Magdalena, Martínez y Setzes, acaban de ser condenados por su participación en las movilizaciones de marzo de 1995, cuando fuera asesinado por la policía el compañero Víctor Choque. No se conocen los fundamentos del fallo, pero sí la sentencia de 6 a 21 meses de prisión en suspenso. La condena servirá a las patronales para pedir el desafuero de los compañeros y proceder a despedirlos. El juicio y castigo a los asesinos de Choque, en cambio, se encuentra tan lejos como el de los militares que dieron el golpe del ’76.


El fallo es ejemplar, porque demuestra que se puede golpear al movimiento obrero sin necesidad de salirse del ‘estado de derecho’. “Hablen suavemente y lleven un gran garrote”, ordenaba el presidente norteamericano Teodoro Roosevelt, en una inmejorable definición del sistema democrático. La justicia y la policía sustituyen a las fuerzas armadas y a la triple A en el cometido de aplastar a los trabajadores, lo que naturalmente es visto como un gran progreso civilizador por la fauna de centroizquierda.


Durante el juicio, numerosos delegados y activistas mantuvieron una guardia reclamando el desprocesamiento de los enjuiciados. Existen en la actualidad 500 compañeros en todo el país que se encuentran procesados por actividades vinculadas a la lucha sindical. Es necesario un movimiento de conjunto para arrancar el desprocesamiento de estos luchadores.