El pasado fin de semana la organización Barrios de Pie denunció vía redes sociales una brutal represión y detención en un comedor de Villa la Lonja. El espacio agredido es impulsado por la mencionada organización.

Según información pública, las policías atacaron a una de las compañeras que filmaba desde el comedor el despliegue represivo en el barrio. Se trató de un operativo plagado de irregularidades, efectivos de la policía de Juan Schiaretti ingresaron a la casa de María José Montenegro, donde también funciona el comedor, sin orden de allanamiento y con la violencia que es marca registrada de las fuerzas de (in)seguridad.

Tras el señalado ingreso, se llevaron detenida a la compañera sin excusa alguna. Para peor la mujer estuvo incomunicada varias horas hasta que los abogados pudieron dar con el paradero. Estos hechos son moneda corriente en los barrios populares.

Tras la pandemia, el despliegue policial se reforzó. Se trata de una orientación del gobierno ante el crecimiento del hambre, la miseria social y la organización de les trabajadores. En este sentido es que se apunta a criminalizar a las tomas de tierra o las movilizaciones que se dieron a lo largo del año.

Es necesario rechazar todo tipo de represión, las fuerzas de (in)seguridad están a servicio de una orientación política definida la regimentar y reprimir a todes quienes se levanten contra el ajuste en curso. Para estos fines el gobierno no escatima en recursos y mientras el conjunto de los asalariados ven un ataque en regla contra sus bolsillos, a la policía les aumentan el 35 % el sueldo. Basta de ajuste y represión, el Estado es responsable, juicio y castigo.