Cristina Castro: “a mi hijo lo mató la Bonaerense”

El cuerpo hallado murió por asfixia. Redoblemos la organización popular para que se vaya Berni.

En el día de ayer comenzó la autopsia en los laboratorios del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf). Si bien los resultados finales estarán entre el 5 y el 10 de septiembre, ya hay indicaciones contundentes. “Tengo certeza de que el cuerpo es de Facundo” dijo su mamá.

El cuerpo hallado hace 10 días en un cangrejal cercano a Bahía Blanca pertenece a un joven de entre 22 y 24 años y se confirma que fue asesinado. Fue una muerte por asfixia. Queda por definir si fue por sumisión o ahogamiento; lo que los investigadores descartan es que haya muerto de manera natural por suicidio o accidente.

Fue la Bonaerense

Cada vez hay más elementos que cierran la responsabilidad sobre la policía Bonaerense. Se encontró el registro del recorrido del GPS de un patrullero del día 8 de mayo,hasta el lugar donde encontraron el cuerpo hace 10 días. Coincide con el día en que los oficiales desactivan los Whatsapp de sus móviles.

En más de 110 días quedan demostradas las implicancias directas de la Bonaerense en la desaparición forzada de Facundo. La última foto de Facundo con vida es esposado en un patrullero. Hay mensajes de Whatsapp entre oficiales, elementos encontrados en la comisaría de Buratovich, testigos falsos impuestos y amenazas y golpes a los familiares. Ninguno de los 4 oficiales directamente comprometidos, fueron ni siquiera investigados. En el mismo sentido, la querella denuncia al ministro de Seguridad y al intendente de Villarino Carlos Bevilacqua por entregar pruebas adulteradas.

“Sostengo que la Bonaerense es responsable. Son muchos y tienen que ir todos presos”, sostiene la madre.

La cuestión de fondo es que el conjunto del poder político arma un operativo de encubrimiento de la Bonaerense en la desaparición forzada de Facundo, y de la responsabilidad del propio Sergio Berni.

El Estado es responsable. Reforcemos la movilización popular por el fuera Berni

El «empoderamiento» de las fuerzas represivas al mando de Berni (42 muertes a manos de las fuerzas de seguridad desde marzo en la provincia de Buenos Aires), que pasea con ametralladoras por los barrios del conurbano, está inscripto en la política del mismo gobierno, que alienta el accionar represivo y el gatillo fácil con la militarización de las villas y la represión de los reclamos populares.

El gobierno de Alberto Fernández se ha jugado a fondo en esta orientación represiva. La defensa de Berni a la Bonaerense y del conjunto del poder político al propio Berni es, en realidad, la defensa de una política de Estado que recorre el país. El gobierno nacional puso todos los recursos al servicio del encubrimiento de la Bonaerense en el caso y de la protección política de su ministro de Seguridad, al servicio de la impunidad.

Los resultados serán claves, todos los elementos apuntan a que la Bonaerense fue la responsable material y Berni su responsable político. En este caso, por la presión popular para que el ministro renuncie, está planteada su ida. El gobierno nacional incluso está dispuesto a correr de la escena a Berni, hombre de CFK en la provincia, con tal de salvar su política represiva de conjunto. No se coloca como un «permitido» del gobierno, sino como la regla.

La lucha por la aparición con vida de Facundo Castro está indisolublemente ligada al «Fuera Berni» y al desmantelamiento de la «maldita policía» responsable de su secuestro. El reclamo popular por la aparición de Facundo Castro es fundamental para superar las maniobras de encubrimiento por parte de la policía y el poder político en su conjunto. Si Berni cae como consecuencia de la movilización de la juventud y los trabajadores, estaremos en mejores condiciones para avanzar en la lucha por el desmantelamiento de la Bonaerense.

Mañana convocamos al acto del Encuentro Memoria Verdad y Justicia a las 16.30 h en Plaza de Mayo reclamando: aparición con vida de Facundo, fuera Berni, el Estado es responsable.

Redoblemos la organización y avancemos en la campaña por un plenario nacional contra la represión, para unir todas las luchas contra el gatillo fácil y la represión policial y estatal.