Desapariciones en Ingenio Ledesma: anularon la “falta de mérito” que beneficiaba a Blaquier

Juicio y castigo a todos los cómplices civiles de la dictadura.


La doctora Irma García Nieto, procuradora fiscal ante la Corte Suprema, dictaminó dejar sin efecto la falta de mérito con la que la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal había beneficiado a Carlos Blaquier y Alberto Lemos en dos causas: las de los secuestros y desapariciones de Luis Aredez y de los obreros azucareros Omar Gainza y Carlos Alberto Melian; y la causa por el secuestro de una veintena de obreros de Ledesma durante el denominado “Apagón de Ledesma", ocurrido en 1976.


Recordemos que recién en 2012 la justicia tomó como válida la denuncia sobre la utilización de vehículos de la empresa durante los secuestros de la noche del apagón en Libertador General San Martin y los pueblos aledaños, y procesó a Carlos Pedro Blaquier por privación ilegitima de la libertad de trabajadores y referentes sociales. Este procesamiento fue confirmado en 2013 por la Cámara Federal de Apelaciones de Salta. Sin embargo, en 2015, la Cámara de Casación dictó un fallo inédito en el que, por un lado, aceptaba la utilización de camiones utilitarios y caminos internos de la empresa para los operativos de secuestro de personas, pero que a la vez negó el "dolo"; es decir que, para los jueces, Blaquier y Lemos no conocían el uso que se dio a los vehículos. Lo que se presentó en el tribunal como una falta de mérito fue en realidad una absolución encubierta.


El argumento de la procuradora plantea que Blaquier y Lemos debían tener conocimiento de los fines con que se utilizaban los vehículos, máxime en un contexto de persecución política al activismo y a la disidencia política. Además, luego del secuestro de Aredez y de los obreros Gainza y Melian –que fueron secuestrados entre marzo y abril del ´76–, no podían desconocerlo cuando la dictadura volvió a utilizar sus servicios en julio del mismo año (Noche del Apagón).


Organismos de derechos humanos y familiares de desaparecidos han denunciado, desde el juicio a las Juntas en 1985 y en cada oportunidad que tuvieron, la responsabilidad con la dictadura por parte de la burguesía nacional y sus capitanes de la industria, Blaquier entre ellos.


Blaquier es un empresario poderoso e influyente y tuvo buenas o excelentes relaciones con los gobiernos de turno de los últimos 40 años, incluso la última dictadura militar. Dirige un emporio multimillonario que fue sistemáticamente beneficiado bajo el kirchnerismo con la parte del león del negocio de bioetanol. Blaquier solía dedicarle poemas a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En el último periodo también se vio beneficiado por el tándem Macri-Morales. Sin embargo, para la Justicia, este señor no ofrece “riesgo de entorpecer ninguna causa” y es por eso que no ha estado nunca detenido bajo prisión preventiva. En 2012, cuando se realizaban allanamientos a las oficinas de Ledesma, se descubrieron carpetas de inteligencia y se demostró que la empresa contrató una empresa de inteligencia internacional para hacer espionaje sobre luchadores sociales, activistas y partidos políticos de izquierda.


Este fallo podría volver a procesar a Blaquier y Lemos. Es hora de relanzar una gran campaña de las organizaciones sociales, políticas y sindicales por cárcel a Blaquier, Lemos y todos los cómplices civiles de la dictadura militar.