Raúl Alfredo Othacehé, intendente de Merlo, inició una querella por calumnias e injurias contra los dirigentes del Partido Obrero Jorge Altamira, Néstor Pitrola y Marcelo Ramal, en base a un comunicado de prensa emitido por el Partido Obrero el 30 de marzo de 2008 titulado “El Grupo Cirigliano, peor que Marsans. El Partido Obrero, ante la rebelión popular de Merlo y Castelar”.

La frase por la que el intendente Othacehé se siente agraviado es por la denuncia de que “ha impuesto un régimen de terror”.

Es clara la persecución política. No es un ataque aislado contra los tres dirigentes denunciados, sino que constituye un nuevo ataque a la organización del Partido Obrero y en particular su agitación, organización y denuncia sistemática en el partido de Merlo. La intención no es otra que mantener, precisamente, un régimen de terror, esta vez buscando amordazar las opiniones políticas de oposición a través de una causa penal.

En definitiva, lo que difiere es el método, no la finalidad.

Se le está requiriendo al Poder Judicial, a través de la Justicia Penal, que se aparte de la defensa del sistema republicano y el estado de derecho, otorgándole un instrumento de represión directa a las ideas y desarrollo político de la oposición.

Llamamos a la Multisectorial de Merlo, que ya ha levantado su voz contra los avasallamientos en el municipio, a los trabajadores y estudiantes, víctimas diarias de patotas y aprietes, a poner en pie una gran campaña de repudio contra esta persecución penal de la expresión de las ideas de un partido político.

El 25 de marzo, a las 11 horas, hay una cita de honor en el Tribunal Oral Nº 2 de Morón, acompañando a los “acusados” Altamira, Pitrola y Ramal, a ratificar ante Othacehé la voluntad de no admitir “aprietes”, legales ni ilegales.