Dos políticas para luchar por la libertad de Panario y el cese de las persecuciones

Desde las páginas de Prensa Obrera hemos reflejado las distintas actividades e iniciativas que la Coordinadora de Desocupados llevó a cabo desde el mismo momento posterior a la represión en Casa de Gobierno, el pasado 2 de octubre.


Una de las primeras iniciativas fue la realización de un acto de repudio a la represión y por la libertad de Horacio Panario, y el cese de las persecuciones, el que tuvo lugar a apenas horas de la represión, el 5 de octubre.


Luego, la campaña siguió con las volanteadas casa por casa, la campaña de pintadas, la olla popular, la intervención en la asamblea de ATEN (hoy reivindicada por el Mas y el Mst, que en su momento, se oponían a que la Coordinadora ingrese a la asamblea), la juntada de firmas para el petitorio, las mesas, etc.


Tanto el Mas como el Mst no concurrieron al acto del 5 de octubre y también se mantuvieron al margen de todas estas actividades de la Coordinadora.


Al principio, interpretamos esta conducta como una inconsecuencia e incluso como una actitud derrotista, pero en realidad se trataba de una cuestión más de fondo: por un lado, un desconocimiento explícito de la Coordinadora (“no es representativa”, “carece de legitimidad”, “hay un solo partido en su seno”, etc.) y, por el otro, una orientación limitada a obtener pronunciamientos de personalidades como vía para presionar por la libertad del compañero Panario.


Se llegó a juzgar como “inconveniente para la libertad de Horacio” que la Coordinadora realice actividades públicas. Los morenistas optaron por asumir, como tarea central, el ‘lobby’ y abandonaron toda línea de impulsar acciones públicas y de masa como estrategia para liberar a Panario y hacer cesar las persecuciones contra el resto.


Cuando a mediados de noviembre se convocó a una reunión para coordinar una campaña, pensamos que habían recapacitado. Pero nos equivocamos. Los morenistas habían montado una nueva maniobra para desconocer a la Coordinadora. Con el entusiasta y siempre verborrágico apoyo del Pts, proponían crear un Comité y “toda actividad fuera del mismo sería denunciada como un escollo para la causa”.


El PO y la Coordinadora propusimos crear un Comité de Apoyo y coordinar una campaña común. Esta posición fue atacada histéricamente por el Pts (que oficiaba de vocero de todo el morenismo, haciendo gala de su especialidad: la provocación y verborragia), reclamando “menos palabras y más hechos”. Algo que sólo podía decirlo alguien que hubiera ignorado todo lo hecho hasta ese momento, precisamente a … 40 días de la represión.


Como no se trataba de poner trabas a una campaña común, propusimos —y se aprobó— una serie de actividades a ejecutar hasta la próxima reunión. El plan comenzaba de inmediato, al otro día, con una salida a pintar con varios piquetes unificados de todos los presentes. Los compañeros del PO y de la Coordinadora estuvimos en el lugar y a la hora de la cita, y esperamos casi una hora… no apareciendo nadie de los que reclamaban “menos palabras y más hechos”.


Tampoco estuvieron en el resto de los compromisos. Por ejemplo, sólo el PO y la Coordinadora montamos una agitación callejera el día de la jornada a Plaza de Mayo, el pasado 20 de noviembre.


Desarticulada su demagogia de una “campaña unificada”, los morenistas crearon una nueva maniobra contra la Coordinadora: una Comisión de Familiares, en vistas a la audiencia de apelación ante la Cámara, que tuvo lugar el pasado 1º de diciembre.


Como se convocó a una movilización para ese día, los morenistas plantearon que debía ser encabezada por la Comisión de Familiares y las ‘personalidades’ presentes, a las que se sumaron otros archienemigos de la Coordinadora y de los desocupados: los ‘bolcheviques’ de ATEN capital.


La Coordinadora se hizo presente con un inmenso cartel y aportó la mitad de los movilizados (unos 200 compañeros).


Luego de manifestar frente a la Cámara, se recorrió las calles céntricas y se culminó con un acto en el Monumento a San Martín. Allí hablaron la esposa de Panario y un representante de las ‘personalidades’. La Coordinadora fue impedida de hablar y a duras penas un compañero consiguió que le pasen el megáfono para anunciar el festival que se hacía esa misma noche.


Horacio Panario, en su carta desde la cárcel, convoca a fortalecer la Coordinadora. La orientación impuesta desde las direcciones del morenismo van en camino contrario y centradas en negociaciones de cúpula y confianza en las instituciones del Estado, a las que no quieren irritar apareciendo junto al movimiento que logró irritarlas a todas juntas: el movimiento de desocupados y la Coordinadora.


La conducta del morenismo es nefasta. Por ejemplo, un volante que el Mst distribuyó el 1º/12 denuncia que el gobierno “limita el subsidio al 15% de los desocupados” y que “… quiere (el gobierno) terminar con el subsidio y el reclamo de los desocupados…”, y como conclusión de esto afirma que “… los desocupados eran la vanguardia en la lucha contra el ajuste…”.


Precisamente porque el gobierno reduce el pago del subsidio al 15% de los desocupados, y porque intenta terminar con el subsidio, es que los desocupados y la Coordinadora siguen siendo una vanguardia (negritas mías).


Pero no queda ahí lo del Mst. Mientras acusan a la Coordinadora de “no ser representativa”, para liberar a Panario dicen que hay que “… reclamar que se pronuncie públicamente Felipe Sapag sobre todo esto”. Y ojo, no hay el menor engaño sobre Felipe Sapag, ya que el mismo volante, unos renglones antes, afirma que “la misión de Felipe Sapag” es “sumar a Neuquén al ajuste que están discutiendo los gobernadores con Menem y Cavallo”.


Compañeros del Mst, Felipe Sapag es un verdugo para Panario; lo demás es ser víctima de la ilusión de que si lo “embretamos a Felipe” favorecemos la libertad de Horacio.


Recordemos que el objetivo del gobierno (al que según hasta Uds. reconocen que Felipe Sapag viene a sumarse), ha sido destruir el movimiento de trabajadores desocupados y su organización.


Haberse mantenido al margen del acto del 5 de octubre y durante un mes largo, no facilita la lucha por la libertad de Panario ni el cese de las persecuciones. Boicotear la Coordinadora tampoco.


Por eso hay dos políticas aquí: el ‘lobby’ de presión a las instituciones, incluida la justicia y el arreglo de cúpula, o la movilización y organización de los explotados.


Uds., compañeros morenistas, han subordinado la segunda a la primera. Una política revolucionaria trata de lo opuesto. Esa es la cuestión.


5/12/95