El crimen contra Bracamonte, tercer caso de gatillo fácil en Córdoba en tres semanas

El protocolo de Bullrich, “repudiado” en la Legislatura, se aplica en los hechos.

Este sábado un supuesto delincuente fue ultimado por un policía en el conurbano de la capital cordobesa. La crónica periodística no deja dudas de que se trató un acto de gatillo fácil: “un sospechoso de asalto terminó muerto de un balazo por parte de un policía en la localidad de Malvinas Argentinas, a pocos kilómetros de la capital (…) El acusado, según la versión oficial, huía tras haber asaltado a una mujer y se había refugiado en una casa adonde, a priori, ingresó el uniformado armado (…) Jorge Bracamonte tenía 23 años. Recibió un disparo en un costado del tórax, cerca de una axila. No se le encontró arma alguna. Su presunto cómplice fue detenido y a él sí se le encontró un revólver 22” (La Voz del Interior, 17/12).


En las semanas previas había sido el caso de Marcos Soria (de 32 años), militante de la CTEP, ultimado de un tiro en la cabeza y desde atrás en barrio Obispo Angelelli. El siguiente fue el de Víctor Sarría (38), quien murió de un balazo en la frente por parte de un policía de civil en barrio Ferreyra. Los policías implicados están todos en libertad.


Schiaretti con Bullrich


Cuando se conoció la resolución 965/18 del Ministerio de Seguridad de la Nación, que autoriza a las fuerzas represivas a disparar sin dar la voz de alto, el gobierno de Juan Schiaretti salió a decir que no se aplicaría en Córdoba.


La Legislatura Provincial aprobó un repudio a esa resolución, que solo tuvo los votos en contra del interbloque de Cambiemos (UCR, PRO y juecismo). Pero a la sesión siguiente se aprobaron los convenios firmados entre Schiaretti y Bullrich de colaboración entre Gendarmería, la Policía Federal y la provincial en acciones conjuntas en la lucha contra el “delito” -lo cual ya estaba en práctica con gendarmes controlando barrios, transporte público, etc.


Además de rechazar estos convenios, desde el PO señalamos en esa sesión que eso habilitaba la vigencia de la resolución de Bullrich en Córdoba aunque el gobierno no la aplicara al funcionamiento de la policía provincial -bastaba que lo hicieran la Federal o Gendarmería.


También señalamos que con resolución o sin ella los casos de gatillo fácil abundan en Córdoba a manos de la policía provincial, algunos de los cuales llegaron a juicio y recibieron condenas,  pero la mayoría está impune. No es casual que la provincia haya sido la pionera en las llamadas Marchas de la Gorra, que adquieren un carácter multitudinario contra  el abuso y los crímenes policiales.


Apoyamos los reclamos de justicia por los casos recientes y llamamos a reforzar la movilización y organización contra el abuso policial y el gatillo fácil.