El espionaje de Insfrán contra los luchadores


La filtración por parte de un whistleblower de informes del aparato de inteligencia de la policía formoseña causó conmoción en la provincia. Los informes revelan todo un sistema de espionaje dispuesto para vigilar a políticos opositores -incluidos los militantes del Partido Obrero-, sindicalistas, periodistas y aborígenes en lucha. La vastedad de los métodos incluye la vigilancia persona a persona, el hackeo de cuentas de mail e incluso informes sobre fiestas de cumpleaños de personas ligadas a la oposición. El Departamento de Informaciones de la policía -una especie de Side local- se muestra así como la expresión de un régimen que tiene a Gildo Insfrán como gobernador desde 1995. La guerra de servicios expuesta en el fin de ciclo kirchnerista, al compás de la muerte del fiscal Alberto Nisman, se replica mediante el escándalo de las filtraciones de los espías formoseños.


 


Los informes dan cuenta de la vida política en cada rincón de Formosa. Reseñan actividades agitativas callejeras del PO y señalan cuánta gente asistió y con la presencia de qué dirigentes contó una reunión preparatoria del congreso del Luna Park; indican los movimientos de periodistas y anticipan notas todavía no publicadas en la prensa mediante el hackeo de mails; realizan un mapeo de las distintas fracciones políticas en el interior de la provincia; muestran las actividades del gremio de los maestros opositor Voz Docente; informan sobre reclamos aborígenes; caracterizan a los asistentes a una fiesta de un docente opositor y advierten sobre comentarios adversos a la figura del gobernador. La vigilancia política -prohibida por la constitución y por la ley de inteligencia- se extiende más allá de las fronteras formoseñas: un informe da cuenta de los asistentes a una reunión de “Resistencia Qom”, el grupo porteño de apoyo a Félix Díaz, con tantos detalles que sólo podría responder a la presencia de un infiltrado en la reunión. Otro informe indica hora a hora las actividades en el acampe qom, instalado en Avenida de Mayo y 9 de Julio, y señala una descompensación del cacique Díaz por la que tuvo que concurrir al hospital -el informe incluye fotos de la ambulancia que lo trasladó.


 


El affaire conocido como los #InsfranLeaks muestra a las claras el estado de supresión de derechos civiles que se vive en Formosa, provincia gobernada con férrea mano por el gobernador kirchnerista a quien la presidenta llama cariñosamente Gildo. La vigilancia a opositores, periodistas y luchadores implica un régimen que necesita el control y la violación de la ley y los derechos para subsistir. La filtración de los documentos del espionaje estatal se produce en medio de la conmoción que provocó la muerte del fiscal Nisman y la crisis política abierta en curso.


 


El PO, al igual que otros afectados por el espionaje estatal, anunció que iniciará las acciones legales correspondientes en su resguardo. El PO también anunció que desarrollará la denuncia política de la persecución política a la que sus militantes son sometidos -tal como otros sectores del activismo- y reclamará la disolución del aparato de espionaje estatal y la conformación de una Comisión Investigadora Independiente con acceso a los archivos de inteligencia con poder para determinar las responsabilidades del poder político insfranista.