Un oficial del Grupo Halcón fusiló por la espalda a un joven desarmado de 17 años en la entrada de la villa Los Eucaliptos, de Quilmes Oeste. Según las pericias, el agente disparó al menos cinco balazos contra Fabián Exequiel Enrique y otro joven que salvó su vida y que habrían intentado robarle el celular. El policía, se dice, los persiguió a los tiros.

El impacto de este nuevo caso de gatillo fácil obedece al “cambio de doctrina” sobre el accionar de las fuerzas policiales que impulsan en estos días Macri y la ministra Bullrich a raíz del caso Chocobar, quien dicho sea de paso podría ser sobreseído en la causa que lo investiga por homicidio.

¿Felicitarán el presidente y la ministra al nuevo gatillero? El intento de relegitimar a las fuerzas represivas de cara a la política de ajuste encuentra un límite en la propia descomposición de ese aparato. Deberán estar dispuestos a pagar un costo político cada vez mayor por cada caso.

El gatillo fácil en Quilmes ha tenido otras expresiones en los últimos años. En agosto del año pasado, cuatro efectivos de la Bonaerense mataron de un balazo en la cabeza a un joven de 14 años porque pensaron que estaba participando de un robo. A mediados de 2016, Gabriel Godoy, joven de 15 años de la Villa Itatí de Bernal, fue muerto por tres balas policiales y el efectivo que le disparó intentó luego plantarle un arma (Andar, 15/7/16). Los familiares de Carlos Ojeda aún reclaman justicia por el chico que fue asesinado de seis balazos cuando volvía de un recital. Y la lista sigue: Damián Orué, baleado por la espalda por un suboficial en mayo de 2016 en Parque Calchaquí, Javier Alarcón y David Vivas, abatidos en la ribera de Quilmes, etc.

Las fuerzas policiales han montado un estado de guerra contra la juventud, en especial contra los sectores más humildes. Hay más de 5 mil casos de gatillo fácil desde 1983, según el último informe elaborado por la Correpi, difundido en noviembre pasado.

Tiremos abajo la doctrina Bullrich de amparo a los represores. Basta de gatillo fácil. Justicia para Fabián Enrique.