El 20 de abril se cumplió un año y medio desde que la patota asesina (dirigida por la burocracia sindical de Pedraza y amparada por el Estado) asesinó a Mariano e intentara hacer lo mismo con varios compañeros, los que también fueron heridos de bala.

Es el caso de Elsa, quien fue gravemente herida en su cabeza y estuvo varios meses internada. Hoy, Elsa recupera lentamente el habla, con la ayuda de una fonoaudióloga que concurre a su domicilio.

Canta, cada vez mejor, "su" canción ("no queremos más despidos de ningún tercerizado, pase a planta permanente, somos todos ferroviarios…").

Su rehabilitación continúa lentamente, pero podrá estar de pie el día que se realice el juicio el que la Justicia viene dilatando desde principios de año.

Todavía no tiene la pensión que le corresponde -inexplicablemente demorada entre los trámites del consulado uruguayo y la burocracia del Estado argentino-, de manera que sólo la solidaridad de sus compañeros y la ayuda de su familia le permiten sostenerse.

Vive en la casa que levantó la solidaridad popular, la cual se expresó en colectas que hicieron sus compañeros del Polo y del Partido Obrero, en aportes de sindicatos, de comisiones internas, de cuerpos de delegados y de artistas populares.

Como todos -más que todos-, levanta el reclamo por el juicio inmediato a los asesinos de su compañero Mariano, los mismos que quisieron acabar con ella y con la lucha de los tercerizados, quienes hoy están tras las rejas porque la movilización popular lo impuso.

El próximo 18 de julio, Elsa cumplirá 58 años; su familia, sus compañeros y todos los que la acompañamos en su recuperación esperamos que, para entonces, los asesinos tengan la sentencia que se merecen.

Por Mariano, por Elsa, por Nelson y por Ariel: ¡juicio y castigo ya a todos los asesinos!