Luego de la detención al dirigente wichi Agustín Santillán el pasado viernes, se ha hecho público que su esposa Gabriela Torres –quien denunció golpizas y torturas contra Santillán por parte de la policía– también se encontraría detenida desde ayer por la tarde, al igual que otros miembros de la comunidad wichi de Ingeniero Juárez.

 

Las detenciones son parte de una causa armada por parte de los punteros del PJ contra la comunidad, acusando a los integrantes de la misma de un saqueo a los criollos –una incriminación que los familiares y vecinos han desmentido de plano. Según informó el portal La Retaguardia en su edición de hoy, a Torres se le imputan los mismos cargos que a su esposo, incluyendo delitos no excarcelables. También se encuentran detenidos Roberto Frías y Bautista Macedonio, de la misma comunidad wichi de Ingeniero Juárez. Otro de sus miembros, Juan José Grande, luego de haber sido herido por un disparo fue encarcelado con la bala todavía en su cuerpo.

 

Las falsas acusaciones y el raid de detenciones constituyen el más reciente episodio de una larga persecución del gobernador Gildo Insfrán contra los wichi, que reclaman constantemente por mejoras en las condiciones de vida de la población. La policía de Formosa ha emitido un pedido de captura contra catorce miembros de la comunidad.

 

El Encuentro Memoria Verdad y Justicia denunció que “el fiscal Diego González, el juez de Instrucción Marcelo López Picabea y el gobernador Gildo Insfrán son los motores de una campaña feroz de odio racial en la provincia de Formosa en general y en la ciudad de Juárez en particular”, responsabilizó a Insfrán por la integridad física de los detenidos y exigió la liberación de los mismos y el cese de la persecución y la represión.

 

Hacemos nuestro el reclamo. Basta de presos por luchar. Abajo la represión de Macri y los gobernadores.