Espionaje oficial contra la Villa 31 y los partidos de izquierda

En su edición del sábado 12/2, Página 12 informa que “el rastrillaje policial en la Villa 31 quizás esté funda­do en el seguimiento de los habitantes del asen­tamiento realizado en los últimos años por el Minis­terio del Interior. Un informe reservado de la Subse­cretaría de Seguridad Interior destaca la inserción en la villa de ‘activistas de Organizaciones Políticas de Izquierda (OO.PP.II.)… los cuales efectúan activida­des de captación entre los habitantes del lugar’. Más adelante (el informe reservado) precisa que los inte­grantes de ‘esas OO.PP.II. pertenecerían a las si­guientes agrupaciones: Corriente Nacional Patria Libre, Movimiento Todos por la Patria, Partido de la Liberación, Partido Obrero Revolucionario (sic), Fe­deración Juvenil Comunista y Partido de los Trabaja­dores por el Socialismo’“ (subrayados del PO).


La información no fue desmentida por el Ministerio del Interior, lo que viene a ser una confirmación del espionaje oficial contra la masa de los trabajadores y jóvenes explotados (“seguimiento de los habitantes que es continuidad de la política terrorista de la dictadura videliana (“realizado en los últimos años”). Las tareas de “inteligencia’’ sobre una masa indiscriminada de ciudadanos —que ciertamente no se reducen a los habitantes de la Villa 31 sino que sin dudas se extienden a todos los habitantes de las villas porteñas— fueron realizadas por la Policía Federal… lo que vuelve a poner sobre el tapete las “ordenes reservadas” de espionaje que el fantasmal Consejo de Seguridad Nacional im­partió a las policías de cada distrito y que el gobierno pretendió negar el año pasado, cuando se destapó si escándalo del espionaje ideológico contra los estudiantes secundarios. Ni qué decir que el “informe reserva­do” constituye un violento ataque a las libertades polí­ticas de tos ciudadanos y a sus derechos de organización política… al menos en las “OO.PP.II”


Pero la “inteligencia” oficial no se limita a “recabar datos”. “El informe sugiere al ministro ‘evaluar la posibilidad de que grupos especiales de las FF.SS. (fuerzas de seguridad) adopten similar estrategia (la inserción entre los habitantes del sector) con el objeto de mantener una más eficiente auscultación desde el interior del complejo Villa 31” (ídem). Los “espías” oficiales se aprestan a realizar una tarea de infiltración entre los vecinos y entre las “OO.PP.II” que militan en el barrio… cuya consecuencia natural será al montaje de provocaciones policiales, con el objeto de justificar la represión policial contra los vecinos y las organizaciones políticas populares.


El negociado inmobiliario que se mueve detrás de la “erradicación” de la Villa 31 ha puesto al descubierto, otra vez, la magnitud del aparato represivo oficial y paraoficial montado contra los trabajadores y sus organi­zaciones.


Plenas libertades políticas y de organización. Abajo el Estado parapolicial. Fuera Menem-Ruckauf.