Estados Unidos y el gatillo fácil contra Blas Correas

Un informe del Departamento de Estado menciona el caso del joven cordobés. La impostura del gobierno de Biden.

El Departamento de Estado del gobierno de Joe Biden dio a conocer por estos días un informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. Sobre nuestro país el texto mencionado señala que “funcionarios ejecutivos, legislativos y judiciales participaron en prácticas corruptas con impunidad”.

En relación a lo sucedido en Córdoba marca que “hubo varios informes de que el gobierno o sus agentes cometieron actos arbitrarios u homicidios ilegítimos. El 6 de agosto, la Policía provincial (de Córdoba) disparó y mató a Valentino Blas Correas, de 17 años cuando el conductor del vehículo en el que viajaba intentó evadir a un puesto de control en la ciudad de Córdoba”.

Respecto a las repercusiones internacionales del caso de gatillo fácil que conmovió la provincia, la madre del joven, Soledad Laciar, se expresó por sus redes afirmando que “EE.UU. habla del caso de Blas para ponerlo como ejemplo de la corrupción. Y a mí me quieren vender que la cadena se corta en Cumplido. No sr. #justiciaporblas”. El comisario mayor retirado Gonzalo Cumplido, al que se refiere Laciar, es uno de los involucrados en el caso.

Que el gatillo fácil llegue a las a los oídos de la Casa Blanca expresa la magnitud del hecho, que lejos está de ser el único en Córdoba. Solo en 2020 se cuentan al menos 8 casos de gatillo fácil y un sinfín de abusos policiales que tienen a los gobiernos como principales responsables, dado que fomentan este entramado represivo.

El citado documento también hace referencia a la desaparición forzada de Facundo Castro, la alarmante cifra de femicidios y las condiciones carcelarias duras y potencialmente mortales. También denuncia torturas ilegales y arbitrarias a manos de la Policía Federal y provincial.

Sin embargo, es importante señalar que el informe lo da a conocer la principal potencia imperialista del mundo que, por definición, es un Estado opresor de países “subdesarrollados”. Por lo tanto constituye una impostura gigante, no por su contenido en sí, sino porque EE.UU. tiene uno de los prontuarios más extensos de ataque a los Derechos Humanos; sin ir más lejos, a tan solo un mes de su llegada a la presidencia, Biden ordenó su primer bombardeo en Medio Oriente.

Tampoco se puede dejar de señalar el brutal crimen contra George Floyd, que encendió la mecha de la rebelión sucedida el año pasado en Norteamérica.

La lucha contra la impunidad de la represión tiene que venir de la mano de la organización de les trabajadores de manera independiente en todo el mundo, para darle paso a una transformación social de base en donde no tengamos que lamentar nunca más casos como los de Floyd y Blas.