Ex delegado de AGR-Clarín procesado: “La criminalización de la protesta intenta amenazar a los trabajadores que luchan”

Pablo Viñas, secretario general de la gráfica del diario que hoy despide 56 periodistas, fue embargado por la justicia penal.
 

Pablo Viñas (abajo en el centro) junto a sus compañeros durante la ocupación del taller.

“Los despidos, las vallas policiales, la disposición de lucha: todo hace recordar a AGR cuando la patronal de Clarín anunció su cierre”, dice a Prensa Obrera Pablo Viñas, secretario general de los obreros gráficos que protagonizaron la primera ocupación de fábrica de la era Macri, en 2017, cuando se anunció el cierre de la empresa gráfica más grande y moderna del país, que luego fue tomada por los trabajadores y que protagonizó grandes medidas de lucha en enero de hace dos años. El mismo día miércoles en que la patronal de Magnetto y Aranda despedía a 56 trabajadores del grupo mediático, se publicaba en Clarín que Viñas había sido procesado por la justicia penal por “impedir la circulación del diario” y el juez lo embargaba por 5,2 millones de pesos por aquella lucha ejemplar.


“Hay dos causas promovidas por la patronal de Clarín: en una hay cuatro compañeros imputados por coacción agravada y el único testigo de la empresa es el gerente de Recursos Humanos Daniel Merlí. En la otra causa me acaban de procesar por el abrazo a Clarín ya que la empresa no pudo llegar con el diario a todo el país. Fue un abrazo solidario con nuestra ocupación y se me embarga por 5, 2 millones de pesos. Llama poderosamente que Clarín publicó la noticia el mismo día en que la empresa amaneció vallada por la policía. Se trata de un mensaje cuasi mafioso hacia los trabajadores despedidos y sus compañeros contra su derecho a la protesta y a la huelga”, explica Viñas.


–También llama la atención que se procesen estas causas que tienen un origen gremial en la justicia penal.


–El propio auto de procesamiento me acusa haber convocado a un acto y dicen que por esa razón se habría impedido la circulación del diario. Para la justicia, la sola convocatoria a un acto aparece como un hecho criminal. Y a un obrero que peleó contra los despidos se lo embarga por cinco millones de pesos.


–¿Pudo participar de la asamblea de los trabajadores del diario Clarín junto a los despedidos?


–Les transmití toda la solidaridad a los compañeros y a la comisión interna. Esa misma mañana había hablado con alguno de ellos ya que al enterarse de que estaban vallando la empresa y la planta impresora, pensaron que era por el procesamiento que se me había realizado, del que se habían enterado por las páginas del propio diario. Pensaron que la empresa previendo alguna movilización había tomado esas medidas. Se trata de un claro ejemplo de cómo la penalización de la protesta es usada por hechos del pasado para amenazar las luchas del presente y las futuras luchas. Sin embargo, Clarín fracasó rotundamente, ya que los trabajadores del diario votaron un paro de un día y hoy jueves votaron extender la medida de fuerza.


La lucha de AGR-Clarín, que con gran organización obrera protagonizó movilizaciones inéditas, se popularizó en todo el país y cuyos operarios llegaron a publicar un ejemplar de “VIVA las luchas obreras”, una revista basada en la publicación dominical del diario Clarín, es cuestionada nuevamente por la patronal de Magnetto por la vía judicial penal. “Es llamativo que me denuncien por impedir la libertad de prensa del pulpo mediático que maneja el 50 por ciento de las publicaciones del país, cuando los que sufrimos una obstaculización de la difusión de prensa de nuestra lucha fuimos los trabajadores. Hubo periodistas despedidos por hablar del tema, no se le dio el carácter de noticia a las numerosas movilizaciones que protagonizamos y hasta llegaron a mover un estudio del noticiero de TN para que las cámaras no enfocaran una manifestación. ¡Y hoy seríamos los trabajadores los censores!”.


–¿Cómo continuará el proceso que se le inició?


–Vamos a apelar los procesamientos. Impulsamos una campaña contra la criminalización de la protesta. Estos procesamientos, tanto en mi causa como la de los otros compañeros, nos mueve a convocar a las organizaciones obreras y populares que rodearon de solidaridad la primera ocupación obrera de la era Macri a que apoyen esta lucha por el desprocesamiento.