“Quiero un juicio transparente, no quiero que apreten al juez”, reclamó Ivonne, la mamá de Pablo Kukoc, el joven asesinado por la espalda por el policía Luis Chocobar, en una conferencia de prensa realizada esta tarde. “Pedí reunirme con el presidente y me ofrecieron ver al secretario de Derechos Humanos. No sé si voy a ir a esa reunión”, reclamó.

Pero mientras que en el caso del policía Chocobar –procesado por homicidio agravado– bastó un tuit para que Macri lo recibiera en su despacho, a la madre del joven muerto la derivaron al secretario Claudio Avruj, ofreciéndole una audiencia recién para el 21 de febrero, coincidente con la marcha convocada por Camioneros.

“(Chocobar) no sólo mató a mi hijo, destruyó a una familia humilde, trabajadora, que muchas veces pidió ayuda a otras instituciones del Estado y no se la dieron”, relató la madre del joven muerto. Pablo, su hijo, había salido de un penal de menores. Acababa de cumplir la mayoría de edad y tenía antecedentes por robo cuando era menor. Había conocido en el reformatorio a quien fue su cómplice en el asalto al turista norteamericano en La Boca. "Debería haber arrestado a mi hijo, pero en cambio lo asesinó, no es ningún héroe”, dijo ante los medios.

Por otra parte, este mediodía se realizó la audiencia en la Cámara del Crimen para analizar la apelación de la defensa de Chocobar. Allí, Ricardo Sáenz, el fiscal ante la cámara pidió el sobreseimiento, siguiendo las órdenes emanadas del poder político, que pretende consagrar el ´gatillo fácil´ como doctrina oficial. “El delincuente elige poner su vida en riesgo y el policía tiene la obligación de defender a los ciudadanos. Salgamos del laberinto de dejar salir a delincuentes peligrosos y cargar sobre los policías que dan su vida para protegernos”, tuiteó el 1 de febrero pasado, en la misma sintonía.

La Cámara deberá resolver la apelación en cinco días. “Hay un video contundente”, recordó Ivonne en la conferencia de prensa que brindo, en el cual se ve claramente que su hijo cae abatido mientras intentaba huir. Si el tribunal decide sobreseer a Chocobar, la impunidad del ´gatillo fácil´ habrá encontrado asidero judicial. Eso sí, no será la primera vez.

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