Con un debut auspicioso y como corresponde luchando en la calle, FAVIRE (Familiares y Víctimas de la Impunidad y la Represión Estatal) se movilizó el día lunes 2 de julio a los Tribunales de Lomas de Zamora con más de 200 compañeros para denunciar el empantanamiento, digitado desde distintas fiscalías, DE diversas causas vinculadas con crímenes de “gatillo fácil” en la Provincia de Buenos Aires.

Encabezaron la concentración los padres del joven Hugo Krince (el primer joven asesinado por la Bonaerense 2 en marzo del 2006), Delia Gorondona (madre del joven desaparecido en un recital del Indio Solari en La Plata durante el 2005), Vilma Galarza (madre de Rubén Darío, asesinado el año pasado en Lomas de Zamora por agentes de la Federal), los abogados Gustavo Mendieta y Claudia Ferrero por APEL acompañados de una nutrida columna integrada por los vecinos de la familia Krince de Villa Luján y una importante columna del Partido Obrero y del Polo Obrero de Lomas de Zamora, Avellaneda y Lanús.

Frente a la negativa del fiscal general a recibir una delegación, casi cien compañeros se hicieron presentes frente a la Mesa de Entradas y entre gritos y aplausos arrancaron que el funcionario conceda en el momento una audiencia con los familiares y los abogados Mendieta y Ferrero, quienes ya en el interior del despacho denunciaron la impunidad que rige en las causas.

Si bien la fiscalía (como era de esperar) se comprometió a interiorizarse en cada caso y cada causa y volver a convocar a los familiares, los compañeros se fueron con el compromiso de no conformarse con palabras y seguir en la lucha.

El próximo sábado 7 de julio a las 16 hs. el FAVIRE volverá a convocarse en un plenario abierto para trazar un balance de la actividad y lanzar una urgente campaña por el esclarecimiento del crimen de Hugo Krince ya que la causa se encuentra próxima a ser elevada a juicio oral. EL fiscal no admite a los familiares del joven asesinado como “particulares damnificados” y Hugo sigue como imputado en el expediente. Las víctimas, victimarios; y los victimarios, víctimas. Todo un símbolo del llamado “Estado de Derecho”.