Gravísima denuncia de torturas en la Comisaría Primera de Luján

Un reciente informe elaborado por la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), da cuenta de una grave denuncia de torturas en la Comisaría Primera de la localidad bonaerense de Luján. A través de un escalofriante audio, un joven detenido relata a su madre los golpes y maltratos que allí recibió.

Las víctimas de estos tormentos fueron varios presos traídos desde la ciudad de Marcos Paz, como represalia por haber realizado una huelga de hambre para exigir protocolos sanitarios y el hisopado de todos los reclusos y del personal, a raíz del ingreso de un joven detenido que dio positivo de Covid-19. Los 27 detenidos que hicieron aquella protesta pacífica sufrieron una brutal represión y el posterior traslado a diversas comisarías de la provincia de Buenos Aires, entre ellas Luján.

Tras la repercusión que tuvo la denuncia en los medios de comunicación locales, ha tomado intervención la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante. Sin embargo, el concejal que preside la comisión, Fernando Casset (de Cambiemos), anticipó que “es probable que nos acerquemos a la Comisaría. Es difícil en estos casos que nos permitan hacer el control, pero nos acercaremos” (La Voz de Luján, 20/7).

Los abusos de la policía de Luján no son una novedad. En Prensa Obrera ya habíamos denunciado el resultado del reforzamiento de los operativos represivos en los barrios y las zonas liberadas para el delito. Dos casos emblemáticos de la ciudad derivaron en la movilización de repartidores de apps a la Municipalidad y la pueblada del barrio El Quinto por los permanentes ilícitos en la zona.

Luján es solo un botón de muestra de la política de “empoderamiento” de la Bonaerense del gobernador Axel Kicillof y su ministro de Seguridad Sergio Berni, cuyos casos más salientes son la desaparición de Facundo Castro y los casos de gatillo fácil de Lucas Verón en La Matanza y Brandon Romero en Mar del Plata. La represión, las torturas, la inseguridad y los crímenes contra el pueblo trabajador lujanense son un motivo más para gritar “¡Fuera Berni!”.