Hallan muerto al trabajador rural secuestrado en San Luis

Alejandro Ochoa estaba desaparecido desde el 27 de marzo.

Este 2 de abril fue hallado el cuerpo del trabajador rural Alejandro Ochoa, de 35 años, quien había sido secuestrado -según testigos-, por personas encapuchadas que bajaron de automóviles con vidrios polarizados, en su casa en la localidad de Cortaderas, San Luis, el 27 de marzo pasado.

El lugar del hallazgo está a unos 192 kilómetros de la capital de la provincia. El operativo fue realizado por orden de la jueza del Crimen de la 3° Circunscripción Judicial de San Luis, Patricia Besso. El cuerpo tenía la cabeza cubierta con una bermuda de jeans y al momento de su encuentro tenía un avanzado estado de descomposición y múltiples heridas.

Ochoa era trabajador rural y se dedicaba a la crianza de animales en su vivienda, a tres kilómetros de la plaza principal de Cortaderas. Era criador de algunas ovejas y gallinas, aunque era conocido en el pueblo por su labor de albañil. El día de su secuestro, sus familiares realizaron la denuncia pero la policía manifestó no tener personal ni recursos y dijeron que esperarían para ver si volvía.

La familia realizó la denuncia en los medios de comunicación e incluso cortaron la ruta, situación que hizo llegar la noticia a los medios provinciales y nacionales, por lo que se comenzó la búsqueda con recursos que finalmente sí existían. Igualmente, las fuerzas policiales y el mismo municipio se encargaron de presionar a la familia para que no realice manifestaciones porque son fechas turísticas.

El día viernes, fecha en que encontraron el cadáver de Ochoa, familiares y amigos se concentraron frente a la comisaría local y se manifestaron en reclamo de justicia, cuestionando también la investigación ya que el cuerpo fue encontrado en un lugar donde ya se habían realizado rastrillajes.

La muerte de Alejandro Ochoa debe investigarse sin dilaciones de manera urgente; la desidia en la investigación es responsabilidad del Estado y principalmente de su fuerza policial. Toda investigación debe avanzar también en la resolución del caso sin ser afectada por la situación socioeconómica de Ochoa y su familia, obstáculo absurdo pero sistemático en las investigaciones.