Esta mañana se produjo un hecho indignante en la localidad bonaerense de Longchamps, cuando efectivos policiales ingresaron al UPA (Unidad de Pronta Atención) para “solicitar” la realización de una extracción de sangre para un detenido, bajo custodia de los efectivos. Como el personal se encontraba atendiendo una urgencia, solicitaron a la policía que aguarde, a lo que la oficial a cargo de la tarea respondió intimidando al personal de salud y esposando a una trabajadora del lugar.

Se trata de una situación absolutamente intolerable, donde se intentó forzar a una trabajadora para que cumpla una supuesta manda judicial -la cual luego sería inexistente-, por medio del uso de la violencia física y el abuso de autoridad de los efectivos policiales, cuestionando su capacidad laboral para identificar las tareas urgentes y poniendo en riesgo la salud del paciente que demandaba atención urgente.

Por su parte, la oficial que protagonizó estos sucesos, cuando se vio superada por el personal de salud que la increpaba por su conducta, llamó a mas efectivos policiales para su auxilio, continuando la detención irregular durante varios minutos, todo registrado por las cámaras del personal del UPA.

Las y los trabajadores de la salud so de los sectores más expuestos a la lucha contra el Covid-19 y, en general, a la precarización y explotación laboral. La trabajadora que fue víctima del proceder policial manifestó ante los medios que trabajan jornadas extenuantes, sin vacaciones y con una paga más que escasa y que aún así son avasallados y maltratados incluso por los efectivos policiales.

A estas situaciones es a donde lleva la política de empoderamiento de la policía bonaerense de Sergio Berni: con abuso de autoridad y violencia contra los trabajadores.

Reclamamos la separación de los efectivos policiales implicados y el fin de los atropellos contra los trabajadores. Por condiciones laborales adecuadas, aumento del personal, salarios y descansos para los trabajadores de la salud.