Jorge Lanata, censurado y despedido

La rescisión de contrato del programa “Día D”, de Lanata, fue un operativo político decidido por el gobierno de Menem. El periodista, aunque es socio de Eurnekián en este programa, se enteró del levantamiento a través de Emir Yoma. Este anuncio se produjo cuando el dueño de América TV participaba de la gira que Menem realizó a Italia.


Eurnekián acababa de presentarse como oferente en la inconstitucional privatización de los 33 aeropuertos.


Cuando levantó el programa “Sin límites”, de Longobardi, el grupo Eurnekián también estaba presente en una licitación para construir un hotel en Puerto Madero. El programa de Longobardi había denunciado la famosa pista de Anillaco.


Al levantamiento de estos dos programas se suma el de “Las patas de la mentira”, lo que completa el ‘aggiornamiento’ ‘pluralista’ del pulpo América. Como se ve, a veces la ‘política’ gobierna al mercado.


Lanata


América gastó 97.000 dólares en una solicitada que pretendió explicar el levantamiento en el hecho de que Lanata solicitaba 100.000 dólares por los meses de receso de enero y febrero.


La causa del levantamiento es la censura política. El levantamiento es una versión maquillada de la famosa “Ley del Palo”.


Lanata no cuestiona el condicionamiento que sufren la libertad de información, prensa y creación bajo el monopolio capitalista de los recursos sociales. Para Lanata todo se debe al menemismo y a la simbiosis entre ‘algunos’ capitalistas, ‘algunas’ veces, con el gobierno. Olvida que esta simbiosis ya se manifestó bajo la dictadura, bajo Alfonsín y antes también.


La lucha por la libertad de prensa está indisolublemente asociada a la lucha para poner fin al monopolio capitalista.