Joven asesinado en Merlo: más policías y más crímenes

Matías Gutiérrez, de 19 años, fue baleado por un grupo de ladrones. La continuidad de las zonas liberadas y los verdaderos fines a los que sirven las crecientes fuerzas represivas.


Días atrás, Matías Juárez, un joven trabajador de 19 años y padre de una niña, fue asesinado en el partido bonaerense de Merlo por tres hombres que procuraban robar su auto. Sucedió en Cancha de los Patos, en la localidad de Libertad, en la noche del sábado 1° de abril.


 


El hecho pone de manifiesto que el fuerte reforzamiento del aparato represivo en Merlo –con la llegada de más de 400 agentes de Gendarmería y de agentes de inteligencia, y la creación de la policía local con 250 efectivos– no ha aportado ninguna solución a la población trabajadora.


 


Es lo que ya habían denunciado los vecinos de Padua a principios del año pasado, cuando se movilizaron a la comisaría contra la existencia de zonas liberadas para el delito –que desnudan la complicidad existente entre el crimen organizado, la policía y el municipio.


 


Por el contrario, la intensificación represiva ha sido dirigida a un mayor hostigamiento contra los jóvenes de las barriadas, a nuevos casos de gatillo fácil –como el asesinato de Lucas Décima, 17 años, por parte de un agente de la Bonaerense– y a las avanzadas contra los trabajadores: la verdadera utilidad de la policía local se vio el 3 de marzo pasado, cuando junto a Gendarmería y demás fuerzas, desalojó a los trabajadores de la Acoplados del Oeste (ex Petinari), en beneficio de la patronal vaciadora.


 


Apertura de los libros de la comisaría


Reorganización de la seguridad ciudadana bajo control de las organizaciones de Derechos Humanos.


Basta de persecución a la juventud


Desmantelamiento del aparato represivo