Juicios de Campo de Mayo

Los “juicios de Campo de Mayo”, en el cual son juzgados algunos de los represores de ese campo de tortura y exterminio, transcurren en Hipólito Yrigoyen 4591, Florida, Vicente López. Por ese lugar, llamado “el campito”, pasaron casi 5 mil secuestrados y no sobrevivieron más de una decena.

A seis años de la anulación de las leyes de impunidad y de declararse la inconstitucionalidad del indulto a Riveros, este general, que fue uno de los jefes máximos de la dictadura e integró la Junta Interamericana de Defensa, es juzgado junto a los oficiales Harsich y Fragni, al director de la Escuela de Infantería Osvaldo García, el general Verplaetsen (en aquel momento jefe de inteligencia de Campo de Mayo) y a Aneto, que revistaba en la comisaría de Villa Martelli.

Los detenidos asesinados y torturados en este campo de concentración eran, en su mayoría obreros combativos de la zona norte, y también algunos de sus familiares. Allí fueron asesinados incluso niños de 11 años.

El entrelazamiento de los políticos patronales de la etapa constitucional con las fuerzas del orden ha quedado demostrado en la liberación de los genocidas. En la etapa kirchnerista se manifiesta el entramado de la justicia del régimen, que lleva a represores octogenarios a retrasados y lentos juicios, con defensores que deberían ser también juzgados.

Por su parte, el intendente “Japonés” García trasladó el lugar del juicio desde una zona con mucho movimiento de gente a otra, casi oculta y aislada del distrito.
En estos juicios se ventila el caso del “Negrito” Avellaneda, secuestrado junto con su madre y luego asesinado, sólo porque no encontraron a su padre, Floreal, delegado obrero de Tensa, una metalúrgica del norte bonaerense. El chico y su mamá fueron torturados en la comisaría de Villa Martelli.

A esa comisaría llevaron detenidos, hace pocos meses, a los obreros de la gráfica FP, quienes estaban en lucha por la defensa de su organización sindical, y a los compañeros del PO que resistieron la represión de la policía. Son las fuerzas represivas que atacaron a los obreros de Kraft y a los militantes que los apoyaban.

Ahora, Walter Meza Niella, uno de los secuestrados en Campo de Mayo, testigo en este juicio, declara: “Es un hecho histórico develar los hechos que nos han tenido como víctimas, los que son juzgados en este tribunal y otros de Argentina, y será justicia cuando los ideólogos y beneficiarios del plan (de extermino de la sociedad argentina) sean juzgados: los grupos económicos y Martínez de Hoz”.