Justicia para Hugo Krince


La “Policía 2”, la nueva fuerza de seguridad de la Provincia de Buenos Aires que venía a “remediar” la imparable descomposición de la “Bonaerense”, ha demostrado que también ella es una banda descontrolada.


 


Detrás de una fachada “renovada”, con móviles y comisarías nuevas, la “Policía 2” patrulla las calles de Avellaneda sembrando el terror en las barriadas.


 


Con unas pocas semanas de diferencia y sólo en Avellaneda, esta nueva “maldita policía” ha protagonizado por lo menos tres casos de gatillo fácil en el distrito. Las denuncias comenzaron a partir de la movilización de los familiares y amigos de Hugo Reinaldo Krince, un joven padre de Villa Luján, asesinado en una esquina del barrio en la madrugada del sábado 18 de marzo.


 


El jueves 23, un centenar de vecinos se movilizaron hasta la comisaría, en pleno centro de Avellaneda. Allí, el papá de Hugo, Julio Krince, en diálogo con Prensa Obrera, describió los hechos. Según todos los testigos, dos hombres acompañados por una mujer que se desplazaban en un auto particular bajaron en la esquina de Pergamino y Lafuente y encararon al grupo de Hugo y sus amigos para comprar drogas. Ante la negativa de los chicos, volvieron al auto a buscar los fierros y comenzaron a tirar al bulto. Hirieron a Hugo y a otro más. A Hugo lo remataron en el piso de tres tiros en la espalda; al otro chico lo “detuvieron”, y pasó varios días herido en la comisaría.


 


El juez caratuló la causa como “homicidio en riña”, dejando en claro su intención de absolver a los policías. Les fueron retiradas las armas reglamentarias, pero aún permanecen libres.


 


Gracias a la movilización del barrio, otros casos similares ocurridos también en Avellaneda, en un lapso muy corto, comenzaron a salir a la luz.


 


Los familiares y amigos de Hugo participaron con sus banderas y pancartas de la columna del Partido Obrero en la movilización del 24 de Marzo.


 


Hay que profundizar la movilización en unidad con los familiares de los otros casos para exigir la prisión inmediata de los policías acusados y el cambio de carátula a “homicidio agravado”.