Eduardo Ayala Espinoza fue asesinado a palazos tras salir de una fiesta de cumpleaños el domingo 25 de septiembre. Tenía 24 años. El compañero era miembro del Polo Obrero del barrio de Tolosa, además de ser estudiante de arquitectura en la UNLP y candidato en las listas de la UJS. Hasta el momento hay un solo detenido, el coautor material del asesinato. El otro responsable es menor de edad, por lo tanto no puede ser detenido ni juzgado hasta su mayoría de edad.

La respuesta del barrio ante este incomprensible asesinato fue el debate y la masiva movilización del 6 de octubre. Más de 100 vecinos marchamos hasta la fiscalía exigiendo justicia y el cese de la impunidad. Pasadas dos semanas del hecho, la causa estaba congelada y sin perspectiva de avance. Fue la movilización de los vecinos la que hizo que la fiscalía tuviera que actuar; veíamos la necesidad de que el caso fuera conocido para no dar lugar a que quede impune como muchos otros.

Es importante denunciar que las familias pobres son las principales víctimas de todo el aparato de impunidad que rige en nuestro país, sin abogados, sin posibilidad de denunciar públicamente los hechos de violencia de que son víctimas en los barrios -con la complicidad de la policía. Los vecinos quedan a merced de los grupos que atacan, roban y lastiman.

No queremos más Eduardos en ningún barrio, ¡queremos que se haga justicia! queremos que se inicie una investigación al hospital, por las dudas que surgen sobre el trato dado al compañero y por el intento de extracción compulsiva de sus órganos.

Los trabajadores no tenemos por qué ser víctimas de este tipo de inseguridad. Hay que crear una fuerza de seguridad ciudadana, organizada por los propios vecinos, organizaciones de derechos humanos y sociales, para que ni un solo joven más muera en nuestros barrios.