La Gendarmería sigue en Las Heras

Represión y espionaje


Las Heras sigue militarizada. Más de 300 efectivos de la Gendarmería —una cifra apenas inferior a la que ocupó la ciudad luego del asesinato del policía Sayago, en febrero— continúan en la ciudad.


 


Se los ha vuelto a ver, hace unos días, cuando un grupo de desocupados se presentó en la Municipalidad y requirió hablar con sus autoridades ante el incumplimiento de acuerdos existentes. Entonces llegaron treinta gendarmes, con armas largas y tropas de combate, para amedrentar a los desocupados.


 


Las tropas están instaladas en un predio cedido por la Municipalidad. Su presencia es permanente. Tienen a su disposición un helicóptero, para desplazarse rápidamente a los pozos petroleros, en caso de que sus trabajadores se movilicen.


 


Cada vez que varios vecinos se reúnen en una esquina, cualquiera sea la razón, aparece un móvil de la Gendarmería para “recordar” su presencia en la ciudad. Sin embargo, la principal actividad de los gendarmes en Las Heras es el espionaje. Andan de civil, se mezclan con el pueblo en las calles y en los lugares de concentración para sonsacar informaciones. Realizan seguimientos de los activistas. Para asegurar la realización de esta actividad, la jefatura de la Gendarmería rota de manera sistemática al personal que opera en Las Heras (para que los espiados no los identifiquen y hasta para que no se den cuenta de que son espiados).


 


La Gendarmería es una fuerza de espionaje y provocaciones contra el pueblo. Para eso ha sido enviada por Kirchner y “su” gobernador Sancho.


 


Fuera la Gendarmería de Las Heras.


 


Libertad a los presos políticos.