La marcha antirrepresiva en Córdoba repudió la violencia estatal en las ocupaciones de tierra

El rechazo a la criminalización de la pobreza se hizo oír.

En la tarde de este jueves 8 se llevó a cabo en la ciudad de Córdoba la marcha impulsada en el marco de la jornada nacional de lucha resuelta por el primer Plenario Nacional Antirrepresivo de organizaciones de DD.HH., políticas, sociales y piqueteras. La misma se desenvolvió al calor del violento desalojo parcial efectuado en la ocupación de tierras de Estación Ferreyra, el pasado martes 6, y que tuvo sus réplicas momentos antes de iniciarse la marcha, con nuevas amenazas de desalojo por parte de la policía y la fiscalía.

La significativa convocatoria, que se desplegó bajo estrictos protocolos sanitarios a la luz del momento más crítico de la pandemia en la provincia, recorrió el ya clásico trayecto de visibilización de las luchas, que va desde Colón y General Paz hasta la Fuente del Perdón –Vélez Sarsfield y Bv. San Juan. Allí, las principales expresiones de resistencia tomaron la palabra para señalar que, frente al avance de la pobreza en la provincia (más del 40% de la población), la respuesta estatal es violencia policial y judicialización.

El dramático relato de las compañeras que efectúan las ocupaciones de tierras, señalando la crueldad del operativo que desplegó la guardia de infantería de Juan Schiaretti en la toma de Ferreyra, con severas palizas a mujeres con sus niñes, muestra el ensañamiento del gobierno con los sectores más postergados en la provincia, en defensa de los intereses de grupos empresariales como La Lácteo, que quieren esas tierras para seguir tirando sus desechos. De esta forma, 122 familias sin techo padecieron la avanzada de las topadoras, sin solución habitacional y con un saldo de cuatro mujeres detenidas que solo fueron liberadas con movilización mediante.

A su turno, lxs estudiantes procesadxs por luchar en defensa de la educación pública rechazaron la causa que pesa sobre ellos en virtud del estudiantazo de 2018 y denunciaron el ataque a la juventud que lucha y se organiza. Se trata de una juventud absolutamente condicionada por las fuertes desigualdades sociales que se expresan en medio de la crisis sanitaria, que ha expulsado a miles de estudiantes que no pudieron acceder a la virtualidad forzada por la pandemia.

Así, la jornada nacional de lucha antirrepresiva trazó en las calles una línea de independencia política y de rechazo a la criminalización de la protesta social que hoy se vive a lo largo y ancho del país. Exigió verdad y justicia por Facundo y por todxs los pibes víctimas de esta política criminal. Fuera Berni. Abajo la represión y los desalojos en las ocupaciones de tierra. El Estado y sus gobiernos son responsables.