La policía de Misiones reprime brutalmente a un joven

La vejación como método.

El día de ayer se conoció que la policía provincial de Misiones reprimió, amenazó de muerte y atacó físicamente a un joven de la zona rural de la localidad de Comandante Andresito al norte de la provincia de Misiones. El hecho se produjo cuando el joven volvía de comprar víveres para su familia en el marco del Aislamiento Social Obligatorio.


A la denuncia de caso en Andresito se suma el video donde se ve a una policía de Jardín América, en la zona centro de la provincia, amenazando a personas que habrían roto la cuarentena al grito de “…o cumplen o vamos a tomar otros tipos de medidas”, un claro abuso de autoridad y ataque a las libertades democráticas.


En el medio del operativo de lavado de cara que busca poner a las fuerzas de seguridad como “trabajadores” que nos cuidan en épocas de crisis, estos hechos, que se suman a varios más denunciados otras localidades, por medio de redes sociales, muestran el uso indiscriminado de fuerza y las prácticas de abuso que impregnan al conjunto de las fuerzas de seguridad.


Esto no es una sorpresa si tenemos en cuenta que es la misma policía que a principios de este año se vio envuelta en denuncias de abuso sexual, tráfico de drogas y corrupción, la misma policía registra varios casos del gatillo fácil asesinando en las barriadas, la principal sospechada de ser responsable de desaparición de Mario Golemba hace más de una década y que se ha visto implicada en cientos de casos de abuso de poder.


El cuidado de la ciudadanía y las medidas preventivas no pueden estar en manos de una institución viciada por la corrupción y el abuso del poder. El reforzamiento represivo no tiene que ver con el cuidado de la salud.


La verdadera protección de la salud solo puede darse bajo el control obrero y popular de la cuarentena, al servicio de las necesidades de la población; que se pongan todos los recursos económicos, financieros, logísticos y productivos al servicio de la salud pública.