Las escuelas de “contexto de encierro”, en medio del coronavirus y la crisis del sistema penitenciario

Secretaria de Organización SIDECE Bs As, docente de cárcel en concepción, Entre Ríos

La reciente crisis del sistema penitenciario, que se expresó con rebeliones y reclamos de diversos tipos en cárceles de distintos puntos del país, y que tuvo como epicentro a unidades penales de Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, pusieron de manifiesto la situación explosiva que se vive en las mismas por la sobrepoblación, la pésima alimentación y condiciones de higiene, como reflejamos en la reciente nota de Prensa Obrera


El coronavirus, que fue el detonante de esta crisis, puso de manifiesto lo que vienen denunciando distintas organizaciones de derechos humanos desde hace años, que es la profunda deshumanización a la que se somete a las personas privadas de su libertad en las Unidades Penales del país, y la proliferación de enfermedades infecto- contagiosas, producto de la falta de acceso a la salud dentro de las mismas.


Estas condiciones terribles en que habita la población carcelaria, también se ven reflejadas en las escuelas que funcionan al interior de los Penales.


Es habitual la falta de espacio físico, con aulas que en muchos casos están superpobladas, la falta de patios y espacios abiertos que permitan la ventilación de los ambientes de las escuelas, y la falta de bibliotecas o lugares de estudio, indispensables para que los alumnos puedan realizar las actividades escolares que no pueden desarrollar dentro de los pabellones por el ruido permanente y la falta de espacio producto del hacinamiento.


Por otra parte, en los espacios destinados a las escuelas, no se cumplen en muchos casos las condiciones de higiene y salubridad tanto para alumnos como para el personal docente. A la falta de higiene, se suma en muchos casos la falta de baños y agua potable.


Además, la falta de presupuesto, que sufren el conjunto de las escuelas del país y que es compensado con el aporte de las cooperadoras escolares, genera un problema irresoluble en las escuelas de contexto de encierro, en las que, por la falta de recursos económicos de la mayoría de los estudiantes, no hay cooperadoras para solventar los gastos de útiles y material didáctico en general, lo que es compensado principalmente por la solidaridad de los docentes de contexto.


Respecto a lo salarial, la situación es desigual, con provincias que pagan alguna bonificación por exposición a enfermedades infectocontagiosas y otras en las que el salario es similar al de los docentes que trabajan en escuelas comunes.


La superposición de jurisdicción en las escuelas de contexto de encierro, entre el servicio penitenciario y los ministerios de educación provinciales, habilita la permanente desresponsabilización de estos últimos, respecto a las condiciones en que trabajamos los docentes.


Todo lo anterior pone en evidencia la necesidad de que los docentes de escuelas de contexto de encierro nos organicemos para reclamar que mientras dure la cuarentena, el estado resuelva los problemas de infraestructura que padecemos, principalmente respecto a falta de aulas, baños, bibliotecas y espacios abiertos, terminando con el hacinamiento que pone en un riesgo excesivo la salud de docentes y alumnos.


Que el Estado provea de material didáctico para el efectivo cumplimiento del derecho a la educación de nuestros alumnos y para el funcionamiento de la administración de las escuelas de contexto.


Que se garanticen las condiciones de higiene diarias.


Además, estamos en conocimiento de que las Escuelas de Contextos de Encierro están siendo utilizadas como espacio para descomprimir el hacinamiento de los pabellones, lo cual pone en grave riesgo la continuidad del espacio escuela, y el derecho a la educación de los privados de libertad. 


Por último, planteamos que el Poder Judicial debe seguir la normativa vigente, atenerse a derecho y realizar las excarcelaciones que corresponden a esta situación de emergencia: personas en prisión preventiva, personas en término de libertad condicional (2/3 de la condena) y asistida (a 6 meses de cumplir la condena), personas con salidas transitorias, personas consideradas con factor de riesgo


Porque si la emergencia supone el quedarse en la casa, esto debe cumplirse también para las personas encarceladas, dado que el riesgo de contagio es altísimo.


Debemos dejar de lado la idea de que la cárcel resuelve algo. Sobre todo, subrayar la idea de que la cárcel está poblada por personas excluidas del sistema económico y social, que impone el capitalismo, y que invisibilizarlos solucionará el problema de la mano de obra barata desechada 


Lo que aparece en la actual situación de pandemia es este escenario de lucha de clases, en su crudeza extrema.