Luego de que pasaran la noche detenidos y de prestar declaración indagatoria, el compañero Lucas Sauret quedó en libertad por falta de mérito. Diferente es la situación de César Arakaki, quién por decisión del juez Sergio Torres continuará detenido y será trasladado a un pabellón de presos comunes. El Partido Obrero ha denunciado este atropello, que pone en riesgo su vida e integridad física. Se trata de una arbitrariedad, ya que Arakaki demostró desde el primer momento su voluntad de ponerse a disposición del tribunal. "Arakaki se puso a derecho desde un primer momento, cuando su nombre comenzó a circular en la prensa", dijo a Prensa Obrera Claudia Ferrero, abogada de los manifestantes y miembro de APEL.

Por su parte, Sauret pudo demostrar que el 18 ni siquiera participó de la movilización contra la reforma previsional por encontrarse en su trabajo. Media docena de testigos que respaldaron sus dichos, dejando al juez sin otra alternativa que ordenar su liberación.

Por la noche del jueves 28 ambos se habían presentado en los tribunales, ante los trascendidos periodísticos que indicaban que Torres había solicitado su captura. Pasaron la noche en la comisaría 46 y esta mañana fueron trasladados a Comodoro Py para declarar.

La información recolectada para detener a ambos militantes del Partido Obrero fue provista por la sección de la policía que se dedica al "cyberpatrullaje", como se informó en el juzgado, y que demostró ser completamente azarosa y burda, al punto de identificar a Lucas como presente en la manifestación.

Acto contra la criminalización

Durante la mañana, una nutrida manifestación se instaló frente a los tribunales de Comodoro Py, en Retiro, para acompañar a nuestros compañeros César Arakaki y Lucas Sauret.

En el escenario que se instaló en el frente de los tribunales se escucharon intervenciones de solidaridad del arco de la izquierda, que se hizo presente para dar su apoyo a los militantes presos y reclamar el fin de la represión y el ajuste.

César, de ATE Sur, explicó que las reformas que se quieren hacer pasar son parte del plan de reestructuración capitalista de la Argentina y que, frente a la resistencia popular al ajuste, lo querrían hacer pasar mediante la represión.

Mirtha Israel, de la lista Multicolor de la Asociación Argentina de Actores, remarcó que se quiere castigar la resistencia a la represión. "No somos mártires -dijo-, somos luchadores populares". Gustavo Giménez, del MST, declaró: "Son nuestros presos y los tenemos que liberar".

Laura Marrone, de Izquierda Socialista, manifestó su apoyo y declaró que era una avanzada del gobierno para aplicar el ajuste. Alfredo Cáceres, de Opinión Socialista, expresó su apoyo a la lucha por la liberación de los compañeros y el compromiso de su organización en continuar la movilización para alcanzar los objetivos.

Isabel, del PSTU, se refirió a la persecución de la que es víctima Sebastián Romero, obrero automotriz y dirigente de sus compañeros en la fábrica, cuando aún no se conocen nombres de los policías que participaron en la represión salvaje del lunes 18. Por su parte, Patricio del Corro, del PTS, enfatizó la libertad que se otorgaba a los genocidas mientras se encarcela a los luchadores y denunció la teoría de los dos demonios en marcha.

Cerró el acto el dirigente del Partido Obrero Néstor Pitrola que caracterizó que el acto que se desarrollaba marcaba el precedente de la lucha contra la política represiva y los intentos de encarcelar a los luchadores que llevará adelante el gobierno macrista para ejercer el ajuste. Pitrola exigió la libertad y el desprocesamiento de César y Lucas. También remarcó que se trata de una política de conjunto del régimen, que acaba de reprimir en Santa Cruz, donde gobierna Alicia Kirchner, para hacer pasar el ajuste en su provincia.

"Este gobierno quiere apagar con nafta el fuego de la rebelión", dijo Pitrola y anunció que la lucha por los derechos democráticos a la manifestación y la protesta serían parte del periodo que se viene.