Libertad a Alí

Bajo el expresivo título “No se debe indultar a Emilio Alí”, La Nación ha fijado su posición sobre el encarcelamiento del dirigente piquetero, condenado a cinco años y seis meses (y detenido desde hace un año y nueve meses). El diario señala que existen pedidos de indulto al Presidente, lo que plantea la especulación sobre indultos simultáneos que podrían beneficiar a “figuras representativas de los dos extremos del espectro ideológico” (1/4), pero se pronuncia expresamente en contra de que el beneficio alcance al dirigente obrero. Importan los fundamentos. La Nación defiende las acusaciones de “coacción y extorsión” por las que se condenó a Emilio, desde el momento en que la organización de desocupados a la que pertenece (UVO) no sólo reclamó comida sino que impuso el paro en el supermercado, en cumplimiento de la huelga dispuesta por una rama del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata, actuando como un genuino piquete obrero.


El derecho de huelga y, por extensión, a ocupar las rutas, no existe para la burguesía, desde el momento que forma parte del arsenal histórico de la clase obrera en su lucha contra el capital *por eso cuando la burguesía habla de reconocer el derecho de huelga es para regimentarlo. Pero en la actual situación política la clase capitalista no está dispuesta a otorgar la libertad de los dirigentes piqueteros presos o el levantamiento de las causas contra los casi 3.000 luchadores porque estaría en contradicción con el golpe de Estado que el FMI le exige a Duhalde y que entrañaría un giro represivo contra el movimiento obrero en lucha y sus dirigentes.


El planteo de La Nación es el eje del “documento reservado” con el que los diputados peronistas y radicales fundamentaron el rechazo al proyecto de indulto en favor de Emilio Alí. Allí se plantea “el peligro que implicaría conceder (la libertad del dirigente piquetero) en un contexto de creciente conflicto social”, y se consigna, al mismo tiempo, que “votar favorablemente bajo presión es evidente muestra de debilidad”, en lo que constituye toda una radiografía de la situación política.


Los argumentos constitucionales (la Legislatura sólo podría indultar en casos de sedición y con condena en firme) sólo sirven al propósito político de mantener y reforzar un cuadro represivo ante el alineamiento con el FMI. Finalmente, en 1973, la Legislatura, “bajo presión”, aprobó el indulto de diez detenidos políticos “que no reunían las condiciones”.


Fracaso


El planteo de indulto a Alí formó parte de un pacto entre la CTA, la CCC y el gobierno Duhalde, consistente centralmente en un convenio de entrega de planes, asistencia alimentaria y reconocimiento de estas organizaciones. Hay que creerle a D’Elía (FTV, CTA) cuando planteó que el indulto a Alí fue “arreglado” con Duhalde (BAE, 15/3) como parte de un acuerdo más general, aunque éste volvió sobre sus pasos horas más tarde ante las señales provenientes de la burguesía y el propio desbande de su tropa en el seno de la Legislatura bonaerense, en este caso también por otras razones muy “concretas”: “A los planes Trabajar antes los arreglaban con nosotros y ahora resulta que se los dan al Polo Social” (queja de un legislador del PJ), (Página/12, 15/3).


Es por el fracaso del acuerdo con Duhalde que los dirigentes piqueteros de la CTA y la CCC resolvieron la jornada de cortes de ruta del 21 de marzo y amenazaron con una movilización de masas a La Plata y el “sitio” a la cárcel en la que se encuentra Emilio Alí. Todo esto fue una cortina de humo para disimular la retirada. A las 24 horas el anunciado “corte indefinido” de la ruta 3 en La Matanza se levantaba contra la promesa de legisladores del PJ de “tratar” el tema del indulto en los siguientes 15 días, sin comprometerse a aprobarlo. En la reunión en que D’ Elía y Alderete proclamaron su adhesión al “plan social” del gobierno, la libertad de Alí no fue mencionada, siendo que antes era un reclamo “insoslayable” para firmar cualquier convenio con el gobierno.


La libertad de Emilio Alí y Raúl Castells, y el desprocesamiento de los luchadores no vendrán de ningún pacto con el gobierno que mantiene estos rehenes e intentará sumar otros a la lista. Vendrá de una lucha de conjunto. En su plan de lucha, el Bloque Piquetero Nacional llevará como uno de sus reclamos fundamentales la libertad de los presos.