Libertad a los presos por exigir trabajo

El 11, marcha de Comodoro a Caleta Olivia

Hace tres años, el gobierno de la Alianza registraba 98 compañeros presos (piqueteros en su abruma­dora mayoría, del MTR y del norte de Salta, en particular), la marca mayor jamás alcanzada por gobierno alguno desde el ad­venimiento de la democracia en 1983. Con las nuevas detenciones en Santa Cruz, que In­volucraron a 36 trabajadores, el gobierno “nacional y popular" se acercó a aquel ré­cord y en menos tiempo.


En cualquier caso, lo ocurrido en Santa Cruz es una radiografía despiadada de un ré­gimen de camarilla. La detención de los ma­nifestantes de la ruta N° 3, reunidos allí en apo­yo a la ocupación de la terminal petrolera, que se ha convertido en símbolo de la lucha por puestos de trabajo, fue un operativo propio de los tiempos de la dictadura militar. Mis de 300 gendarmes, a las 2:30 de la madrugada del sá­bado, avanzaron sobre los ocupantes de la ru­ta y detuvieron a mansalva, sin orden Judicial alguna, acompañados por un fiscal. (Ese fis­cal es señalado como parte de la “mafia Judi­cial” de la Patagonia y partícipe del caso de “gatillo fácil" que se llevó la vida del pibe Iván Torres en Comodoro Rivadavia.)


Estado de derecho


Los trabajadores que volvieron a ocupar Termap fueron llevados a esa situación por el gobierno, que otorgó puestos de trabajo "se­lectivamente", sólo a una franja de los 240 que debían recibirlos. Una acción conspirativa del Estado para burlar la victoria arran­cada por los trabajadores con su lucha.


El Juez que ordenó la detención en Cañadón Seco de los trabajadores que ocuparon Termap es el mismo que procesó a los seis luchadores que llevan un mes de prisión.


La misma arbitrariedad está presente en la causa contra Raúl Castells (ver nota en página 3).


El procesamiento de la Cámara contra los presos de la Legislatura se basa en el violentamiento de figuras Jurídicas – "privación ¡le­gal de la libertad"-y en los testimonios de los policías que realizaron las detenciones.


Una represión que no se limita a los pi­queteros.


El PO llama a multiplicar las manifesta­ciones populares por la libertad de todos los compañeros presos y la nulidad de los pro­cesos a los miles de luchadores.