El 24 de Marzo, los secundarios marchamos con el EMVyJ y decimos ¡Fuera Milani! Vivimos una agitada semana de lucha política de cara al 24. En decenas de colegios de toda la capital discutimos, ante la crisis política y la guerra de servicios, la necesidad de marchar junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia para exigir que se vaya Milani y se abran los archivos. En el Nacional Buenos Aires, gracias a una intensa campaña que incluyó jornadas, volantes, pasadas por cursos y charlas, incluso en medio de una lucha contra las autoridades, se revirtió la situación del año pasado, cuando las asambleas habían decidido ir a ambas marchas. Masivamente se votó la consigna “Fuera Milani”.

El kirchnerismo hizo todo lo que pudo para evitar que Julio López, Luciano Arruga o Mariano Ferreyra siquiera sean mencionados. En el Pellegrini, montaron un gigantesco festival con fondos del Estado, sonido de miles de pesos y un largo desfile de funcionarios oficialistas. Como si esto fuera poco, cuando intervenimos en la apertura (la conducción de UyO había prohibido la palabra a cualquiera que no fueran ellos mismos) recibimos insultos, empujones e incluso la amenaza del presidente a nuestro compañero Mazzo, al que le dijo delante de todo el colegio que iba a “cagarlo a palos”. A esto se le suman las maniobras burocráticas que realizaron con los mandatos, redactándolos de forma confusa y movilizando solamente a su base militante. Nosotros enfrentamos abiertamente las maniobras para conseguir que todo el colegio participara del debate. Agitamos los cursos, organizamos una charla a la que se acercaron más de 150 estudiantes, y ganamos la posición allí donde se pudo dar el debate. Lamentablemente, casi la mitad del colegio no pudo votar y el oficialismo se terminó imponiendo, pero tan sólo por 30 votos (sobre un total de 2.500 estudiantes).

Finalmente, el sábado en la CEB, con la participación de casi veinte colegios, ganó la moción impulsada por la UJS de movilizar con el EMVyJ pese a que Seamos Libres y La Mella jugaron el papel de cortesanos del kirchnerismo, votando en sus colegios ir a las dos marchas e intentando hacer todo los posible en la coordinadora para imponer su línea aún derrotados. Una mención especial cabe a una situación que se repitió en varias escuelas: “las autoridades bloquearon el debate en el colegio”, “no pudimos hacer las jornadas del 24 porque el rector no lo permitió”, “no nos dejaron llevar invitados a las jornadas”. Queda planteada la necesidad de desarrollar una campaña para que permitan la libre acción política en los colegios.