Trabajadores del Hospital Posadas, junto con referentes de organismos de Derechos Humanos y de organizaciones sociales y políticas, realizan este mediodía una actividad en repudio al beneficio del 2×1 otorgado al represor Luis Muiña, partícipe en el secuestro, las torturas y la desaparición de trabajadores del centro de salud en los comienzos de la dictadura.

 

Con la reciente resolución del máximo tribunal, Muiña podría ser la punta del ovillo para un despliegue colosal de una mayor impunidad a los genocidas. El pasquín simpatizante de los militares, La Nación, publicó hoy que el beneficio podría extenderse a 750 de ellos, condenados por delitos de lesa humanidad.

 

El 28 de marzo de 1976, Muiña participó del operativo dirigido por Reynaldo Bignone, con la ocupación militar del hospital ubicado en Haedo y la captura de Gladys Evarista Cuervo, Jacobo Chester, Jorge Mario Roitman, Jacqueline Romano y Marta Elena Graiff, quienes fueron luego apresados en el centro clandestino "El Chalet" (ubicado detrás del Posadas) y torturados.

 

Gladys Cuervo, que estuvo detenida y sufrió golpizas y torturas durante el lapso de dos meses, volvió a señalar en el día de hoy a Muiña como uno de los integrantes del grupo de torturas.

 

"Como a los nazis, les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar", cantan los trabajadores durante la actividad, que cuenta con la presencia de Nora Cortiñas (de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora) y referentes de partidos de izquierda.